«Una pareja amiga nos han dejado perplejo». He tenido que leer esta frase cinco veces para entenderla. Su construcción es absolutamente demoníaca. Pero quién coño te crees que eres pasando de singular a plural y luego a singular en siete miserables palabras. Pero claro, luego he leído:
«una casa de playa con una casa de aperos anexa». Y ya decía yo. Solo alguien rico puede permitirse escribir tan mal. Probablemente mi piso entero sea tu casa de aperos anexa, así que si tu amigo te cobra 70€ por noche, mi conclusión es que tu amigo debería cobrarte diez veces más.
Y espérate, porque Pedro Sánchez va a ir a por ti con un machete entre los dientes. Y te alcanzará. Porque Pedro Sánchez siempre alcanza a su víctima. Y cuando te alcance, vendrás y nos dirás ay me quitan muchos impuestos socorro, y yo miraré a Pedro Sánchez y le asentiré con la cabeza, y él me asentirá con la cabeza, y entonces te clavará el machete en la barriga y bailaremos juntos sobre un mar rojo de sangre rica. Sangre socialista. Un machete que, por cierto, habrá comprado Pedro Sánchez gracias a mis impuestos. Pero él puede comprar lo que quiera con ellos porque yo le doy permiso.