Yo he sido ocho años arbitro de futbol, y me ha tocado pasar por todo, me han sacado escoltado desde diferentes policias locales, pasando por CNP y acabando en la Guardia Civil. He sufrido una agresión y he estado apunto de agredir a algún espectador varias veces de lo que me hinchó los huevos a base de insultos.
En el momento que te vistes y sales al campo, aunque hay excepciones en algunos equipos, sabes que vas a ser el centro de la ira del garrulo medio español que va al campo sin distinción de clase social o nivel educativo y económico. El garrulo español medio es como las setas, sale donde le sale de los cojones.
Pero sin ninguna duda las veces que he escuchado los insultos más graves ha sido cuando de asistente me ha tocado llevar a alguna mujer o chica adolescente. Casulamente los insultos que tuvo que aguantar no venían de los hombres que estaban en la grada, sino de las mujeres.
De hecho en un partido de segunda regional en un pueblo cercano a Gijón una asistente de todo lo que aguantó en la primera parte, se negó entre lágrimas a salir en la segunda y todo por culpa de un grupo de tres o cuatro mujeres que le llamaron de todo menos bonita. Desde el clásico no se que haces fuera de la cocina, pasando por el socorrido hija de puta a tirarle unas llaves y decirle que son las del vestuario del equipo local por si quería en el descanso pasar a comer alguna polla. Y lo peor es que aunque lo estes escuchando, no puedes hacer nada, ya que si se te ocurre suspender el partido sin que medie una agresión o intento de agresión, al que suspenden es a tí, o por lo menos antes era así.
#220 ¿Que no te pueden decirlo de comer pollas? Si te dejas alguno por el hecho de humillarte es capaz de darte por el culo en medio del campo. Te dicen eso y cualquier cosa que te "rebaje" a la condición de homosexual, ya que si perciben que esos insultos te molestan automáticamente te catalogan como gay. Y sinceramente un gay en un campo de futbol regional y encima como árbitro es lo peor que puede haber a la hora de tener que aguantar el torrente de mierda que van a verter por la boca.