Con la publicación reciente del libro Soldaten (Soldados del Tercer Reich en la edición española) tenemos la oportunidad de acceder a los cientos de miles de actas procedentes de las escuchas que hicieron los aliados en los campos de prisioneros.
Entre la abundante y diversa información recogida se encuentran las opiniones que tenían los soldados alemanes, por supuesto en la intimidad, al no saberse grabados, de sus aliados: italianos, rumanos, españoles, húngaros y de otras nacionalidades. Obviamente, se trata de las impresiones de los soldados y en ningún modo debe ser tomado al pie de la letra. Pero tiene su interés por reflejar cuales eran los tópicos (fundados o no) en los círculos militares alemanes. Veamos qué pensaban.
ITALIANOS
Con escasas excepciones, la percepción de los italianos era exraordinariamente negativa, opinara un hombre de la Lufrwaffe, de la Kriegsmarine o del Heer. Para los alemanes, los italianos tenían una conducta incomprensible: parecían estar evitando siempre el combate. Los comentarios al respecto, en consencuencia, transmiten la irrtiación correspondiente.
Lo suyo era «para llorar«, aquellos «italianos de mierda […] no aportan nada de nada«, «no tienen ganas de hacer la guerra«, «no confían en sí mismos» y «se cagan en los pantalones«, incluso «mierda a montones«. Según los soldados grabados son un «atajo de cerdos» que se rinden «pòr cualquier nadería» o se retiran «llorando«. Esos «gallinas» son «blandengues a más no poder«.
Desde el punto de vista militar, no merecían ninguna confianza en la práctica: «130.000 italianos te valen para lo mismo que quizá 10.000 alemanes«; «en todos los carros blindados italianos se ha encontrado una bandera blanca»; «si imaginamos que los italianos atacaran el sur de Alemania, bastaría para derrotarlos con las chicas de las Juevntudes Hitlerianas y los viejos campesinos del lago Chiemsee«.
«Los italianos serán descendientes de los romanos […], ¡pero los romanos con sus lanzas y sus escudos habrían aportado más que ellos!». Los alemanes estaban de acuerdo en que los italianos eran, sin lugar a dudas, «los peores soldados de toda Europa«. Solo unas pocas unidades italianas recibieron una valoración más positiva. Así, la división de paracaidstas «Folgore», al menos, estaba formada por «machos» y, «pese a sus deficiencias de armamento, sabía combatir».
Especialmente, según se afirma en otro comentario, «bajo dirección alemana son intachables. En Enfidaville les dieron la orden de retirada y replicaron: «Los jóvenes fascistas mueren allí donde están«. «Y, con esas, treinta italianos resisteiron durante tres días«, dice el sargento primero Franke sobre una batalla tunecina que tuvo lugar en abril de 1943.
En algún caso minoritario también se decía que el problema de los soldados italianos era lo mal que los pertechaban y alimentaban. En Trent Park (Residencia londinenese donde estaban confinados oficiales alemanes de alto rango), este comentario solo se encuentra en boca de uno de los 84 generales. En los demás campos especiales, ya fueran británicos o estadounidenses, la proporción es similar.
Esta imagen negativa de los italianos ya se había convertido en tópica en 1941 y su presencia se constata también en actas oficiales, el correo de campaña y los diarios. Por su caracter absoluto, no cabe duda de que era exagerada pero no por ello se trataba de una mera artificialidad. Al contrario, el tópico se remite a sitauciones vividas en el campo de batalla, en las que las unidades italianas «fracasron» no solo a ojos de los alemanes, sino también de acuerdo con el criterio británico, por ejemplo.
ESLOVACOS
Las virtudes miltares, naturalmente, también se aplican como criterio de evaluación de los demás aliados. Los eslovacos quedaban solo un paso por detrás de los alemanes. (En general es el pensamiento sobre todas las tropas de etnia alemana: austriacos, alemanes de los sudetes, etc).
RUMANOS
De los rumanos se decía que eran «eran, mucho mejores que en la primera guerra mundial; son valientes, han perdido mucha sangre«, pues «no son malos soldados«.
ESPAÑOLES
Tenían por muy buenos a los de «la Legión española» (las escuchas son del verano de 1942 así que se refieren sin duda a la División Azul), «como grupo son temibles, y en lo militar, como soldados, son muy buenos«.
HÚNGAROS
En cuanto a las tropas húngaras, que en la primera guerra mundial habían destacado, en este caso se las tenía por «basura«, porque al ver a los rusos habían salido huyendo.
fuente:https://www.gehm.es/segunda-guerra-mundial/asi-veian-los-soldados-de-la-wehrmacht-a-sus-aliados/