#36 Lo que quería recalcar con eso es que, en la época del boom de la construcción, donde todo el mundo parecía tener trabajo, España tenía una tasa de desempleo del 10%. Solo durante poco tiempo rondó el 8,5%, coincidiendo con épocas turísticas, en las que siempre suele bajar algo el número de desempleados.
Es decir, que para encontrar una tasa de paro como la de los países latinoamericanos hoy día, tendríamos que remontarnos a 1975, donde solo el 5% de la población española estaba parada. Aunque claro, son datos engañosos porque la mujer aún no había metido la cabeza del todo en el terreno laboral, así que no podemos dejarnos llevar por esos datos tampoco.
El problema de este país no viene de ahora, ni de hace ocho años ni tampoco 30, sino de muchas generaciones atrás. Está en la condición del españolito medio ser un vago del tres al cuarto, trabajar lo mínimo y ganar lo máximo y si es en negro, mejor. Eso es lo que veo cada día donde vivo (provincia de Huelva), y siendo andaluz no tengo ningún problema en reconocer que es aquí donde se ven más ejemplares ibéricos con un perfil semejante al arriba descrito.
No hay que olvidar que el 21% de paro en España es engañoso también en todos los sentidos. Engañoso porque no son 4,5 millones de parados, sino aproximadamente 5.000.000 si hacemos un cálculo exacto y metemos en el saco a todos los que no están apuntados al INEM pero buscan trabajo (estudiantes recién titulados, por ejemplo) y a los que hacen cursos; engañoso porque hay un porcentaje generosos de parados que está trabajando en negro y cobra la prestación por desempleo; engañoso porque hay regiones del norte con una tasa que ronda el 10-12%, mientras que otras tantas del sur o insulares con una que sobrepasan fácilmente el 30%; y engañoso porque lo peor de todo es que en España no se está viviendo la situación de crisis que deberíamos tener con una tasa de desempleo tan elevada. La gente sigue yendo de vacaciones al primer atisbo de puente, disfrutando al máximo de las fiestas y centrándose más en el fútbol, Belén Estebán y Gran Hermano que en lo que realmente importa. Ese 21% no se hace notar saliendo a las calles y armando todo el revuelo que deberían y prefieren quedarse en casa, tirados en el sofá y maldiciendo su suerte.
Y lo peor de todo es que, cuando salen imágenes de revueltas populares en Grecia, muchos piden a los santísimos que en España la situación nunca alcance esos límites, cuando, actualmente, ESTAMOS INCLUSO PEORES QUE ELLOS. Grecia, a pesar de los pesares, mantiene una tasa de desempleo menor a la española, y España se ha apuntado al carro de los recortes que bien acerca nuestra situación a la suya. ¿CCAA en bancarrota? ¿Hospitales cerrando? ¿Colegios al borde de la quiebra? ¿Farmacias a las que se les adeuda un dinero? Ja, esto no ha hecho más que empezar. Las cosas se van a torcer mucho más, pero seguiremos siendo España y, cuando llegue el puente del 1 de mayo, todo quisqui a coger el coche y a la playa. Y a vivir que son dos días.