No sé con qué clase de hombres viajas tú, pero estoy harto de usar blablacar y de viajar con amigos y jamás nadie ha acosado a ninguna mujer. Ahora bien, que tus conocidos sean unos planchabras a los que se les da la mano y se cogen el brazo es problema suyo. Es una cuestión de educación y de sensatez. Esta medida está, sin más, fuera de lugar, creando una sociedad más separada aún con la base de dar más cabida a las pobres y desvalidas mujeres que no pueden bajo su propio criterio decir sí o no a solicitudes de viaje por parte de quien ella crea o no conveniente.
Que defendáis cosas como éstas solo deja claro que socialmente vivís atrasados y que tenéis la cabeza llena de pajaritos. Y por vuestra culpa nos cascan medidas separatistas, en vez de buscar una unión cordial entre hombres y mujeres en pleno siglo XXI.
Que tenéis los huevos negros ya, nenes.