La Unión Europea considera que «hay motivos» más que suficientes para creer que en Gibraltar existe contrabando de tabaco y blanqueo de capitales. Y pide que la justicia española y la británica actúen contra el Peñón para determinar si se están cometiendo tales delitos y, en consecuencia, perseguirlos.
Así figura en las conclusiones del informe que la Oficina Europea de la Lucha contra el Fraude (Olaf) ya ha hecho llegar a los gobiernos británico y español y al que ha tenido acceso EL MUNDO.
La conclusión de la investigación -a cargo de James Creed, de la Unidad de Tabaco y Artículos Falsificados- no deja lugar a dudas: «Hay motivos para creer que los delitos de contrabando de tabaco y blanqueo de capitales afectando a los intereses financieros, o de otra índole, han sido cometidos».
Los expertos de la Olaf han accedido a datos muy específicos. Por ejemplo: entre 2006 y 2011, las exportaciones de tabaco por vía terrestre con destino a Gibraltar se han triplicado, algo que no se corresponde con la población del Peñón, de 30.000 habitantes. En 2012, las entradas de tabaco a Gibraltar ascendieron a 110 millones de cajetillas. De ir destinadas sólo al mercado de consumo interno, supondría que cada gibraltareño -desde un recién nacido a un anciano de 100 años- fumaría al día 180 cigarrillos
La gente de la UE llegan unos años tarde, diría desde que le dimos el peñon a los ingleses. Y ahora España se va a poner investigar, aunque el problema lo sabíamos todos, incluido todos los gobiernos.