#39 ¿Qué he editado? He añadido lo que venía después del primer punto ni 10 segundos después de haber metido el post. Encima de lo que eres, también mentiroso. Te dejo un discurso de tu ídolo señor """liberal""":
Se predica por algunos la obediencia a la legalidad republicana. La obediencia es la contrapartida de la legalidad. Y cuando la legalidad falta, en deservicio de la Patria, la obediencia está de más. Si aquélla falta al más alto nivel, no sólo la obediencia está de más, sino que incluso la desobediencia se impone conforme a nuestra filosofía católica, desde Santo Tomás al padre Mariana. No faltará quien sorprenda en estas palabras una invocación indirecta a la fuerza. Pues bien. Sí, la hay […]
Una gran parte del pueblo español, desdichadamente una grandísima parte, piensa en la fuerza para implantar el imperio de la barbarie y de la anarquía […] Para que la sociedad realice una defensa eficaz necesita apelar también a la violencia. ¿A cuál? A la orgánica; a la fuerza militar, puesta al servicio del Estado. La fuerza de las armas —ha dicho Ortega y Gasset, y nadie recusará ese testimonio— no es fuerza bruta, sino fuerza espiritual. Y aún agrega que el honor de un pueblo está vinculado al de su Ejército […] Me dirán algunos que soy militarista. No lo soy, pero no me importa que lo digan. Prefiero ser militarista a ser masón, a ser marxista, a ser separatista e incluso a ser progresista. Dirán que hablo en pretoriano. Tampoco me importa […] Hoy el Ejército es base de sustentación de la Patria, ha subido de la categoría de brazo ejecutor, sordo y mudo, a la de columna vertebral, sin la cual no se concibe la vida […] Cuando las hordas rojas del comunismo avanzan, sólo se concibe un freno: la fuerza del Ejército y la transfusión de las virtudes militares —obediencia, disciplina y jerarquía— a la sociedad misma, para que ellas descasten los fermentos malsanos. Por eso invoco al Ejército y pido patriotismo al impulsarlo.
No faltará quien exhume el tópico de la supremacía del Poder civil. Yo tampoco acepto incondicionalmente esa vejez […] Hoy, el Ejército es la nación en armas; y la nación, el Ejército de la paz. Todos nos hemos honrado vistiendo el uniforme militar. Para que la supremacía del Poder civil renazca será menester que el Estado reconstruya todos sus órganos en la paz y la normalidad. Mientras tanto, no creo en ella[
La Nación, 14-I-1936, pp. 4-5
Voy a ir trayendo más textos, que tengo sin parar, a cada cual más radical y cerca del derechismo fascistizado. Para que tú, LIBERAL, te quites la careta.