#178sephirox:#176 Hay que catalogar de fascista al que sigue el fascismo político en base a su doctrina, no en base a lo que uno piensa que es fascista.
Ceñirse a la definición más estricta de fascismo es jugar con fuego. Hoy en día la socialdemocracia se usa constantemente para habilitar/validar los "usos y costumbres" del fascismo. No es difícil validar todas las taras sobre raza, nación, control/represión, roles hombre/mujer, etc bajo el pretexto de la libre y ecuánime elección demócrata. Ahí tienes a Jobbik, Amanecer Dorado o el Frente Nacional, algunos con dejes más paramilitares y otros más populistas, pero habilitar en el sistema actual dichas ideas no las transforma, solo las convierte en sujeto de debate y por tanto extiende la idea de que no estamos replicando toda esa estructura de odio a falta de un estado super-monolítico en torno a un arquetipo de dictador.
La palabra "nazi" o "fascista" se usa mucho, puede que demasiado, pero también se niega demasiado cualquier similitud con dichos movimientos por evidentes que sean.