Esta mañana aparecía en la portada de EL PAÍS este artículo haciéndose eco de la presentación que el New York Magazine había hecho de Mohammed Islam, un estudiante neoyorquino que, con tan sólo 17 años, había amasado nada menos que una fortuna de 72 millones de dólares, ¡y ojo!, invirtiendo en los recreos del instituto. Digo EL PAÍS como podría citar cualquier otro medio de noticias nacional o internacional. La historia no podía tener más tirón: estudiante de instituto + hijo de inmigrantes + prodigio en Wall Street = clics asegurados. Bien, pues resulta que todo era mentira, bueno, no mentira, sino una simulación que el chaval había hecho con sus compañeros de instituto.
El éxito del estudiante prodigio en Wall Street se derrumba
La historia de éxito de Mohammed Islam en Wall Street le aguantó menos de 36 horas en pie al New York Magazine. Admitió que los 72 millones de dólares que decía había ganado no eran reales, sino una simulación que hizo con sus compañeros.
El prodigio de 17 años quedó así reducido a un mero figurante, mientras sus padres trataban de protegerlo diciendo que no era momento para entrevistas. En realidad no se hablaban con su hijo porque sabían que todo era mentira desde el principio. El centro educativo también evitó durante todo el día hacer comentarios después de que Islam apareciera en la citada revista en un artículo como ejemplo de por qué la gente ama la ciudad de los rascacielos.
La cadena CNBC fue la primera en desmontar la historia. Tenía una entrevista pactada con el estudiante y uno de sus compañeros, Damir Tulemaganbelov. Sin embargo, fue anulada y en una escueta nota el aspirante a inversor indicaba que la cifra no era del todo correcta, sin dar más detalles. La autora del artículo, entretanto, defendió la historia diciendo que había visto el estracto de su cuenta bancaria y que había una cantidad de ocho cifras.
Horas después, en una entrevista con el New York Observer, el joven iba más allá y precisaba que nunca había invertido dinero real en acciones ni en derivados. “Eran transacciones simuladas”, explicó, “aun así tuve mucho éxito y los retornos fueron increíbles, mejores que los del índice S&P500”. Islam, que hasta este lunes era el presidente del club de inversores de su instituto, apareció hace meses en una lista que Business Insider dedica a los jóvenes que hay que seguir en las finanzas.
Lo cierto es que los 72 millones eran más un rumor que corría por los pasillos de instituto que una cifra real, basado en un juego que hacían los propios estudiantes y en el que supuestamente reconocían a Islam como el "maestro". El adolescente supuestamente empezó a invertir a los nueve años. Si hubiera empezado entonces con 10.000 dólares, tendría que haber tenido un rendimiento anual medio del 200% para poder haber alcanzado esa cantidad. Con un millón de dólares, la ganancia anual tendría que haber sido del 70%.