El estúpido arte de frikear, eh? Toda una ciencia con el poder suficiente de separar o forjar grandes amistades a través de una opinión sobre tal película.
Hoy sólo quiero hacer un apunte sobre la muy asumida influencia cuántica que tiene el espectador sobre la obra.
Estaba leyendo que Jeff Fowler....
(¿but wait, quién demonios es Jeff Fowler?)
Director de
que oye, debutar con un cortometraje que se lleva un 6,7 en la imdb no lo hace cualquiera, pero a lo que vamos, este tío está siendo el director de la tan últimamente comentada película de Sonic, y recientemente puso un tweet...
así que vaya, van a sentarse a rediseñar al meco y les toca volver a hacer un... ¿12? ¿15% de la peli? a prisas. Pues yo quería la peli terrible y llena de memes que iba a ser, una peli que, ya sea terrible, mediocre, decente o sorprendente, ya es inmortal y nunca va a llegar a las tierras poco recordadas en donde se encuentran tesoros como....
ligeramente recordada, sí, pero no popularmente como sus hermanas de mediados de los 90, Street Fighter The Movie, Super Mario Bross, o Mortal Kombat. Ahora nos vamos a quedar con lo que probablemente será una peli mediocre más (ojalá nos de alguna sorpresa, who nose )
Pero este post no quería ser un 'hablar sobre la película', sino más bien una reflexión sobre el arte de frikear y la ebullición clásica de la internet común. Miles de avatares emitiendo gigas y gigas de bytes de descontento, como si alzásemos nuestras manos para ayudar a Goku a ejecutar un Genki-Dama y conseguir que el pobre Jeff Fowler en su tercera transformación diga "ok ok, lo cambio, no destruiré tu planeta, buen rollito.".
Qué putada. Es una tontería menor pero yo quería tener en la memoria la existencia de una peli terrible con un Sonic tan maravillosamente horrendo. Y esto me hace pensar que menos mal que no teníamos Twitter en el 94, porque nos habríamos quedado con una versión correcta y olvidable de la bellísima Street Fighter: The Movie.
Y de repente no mola que lo cambien. El diseño tan terrible de repente ya no es tan terrible, nos niegan al Sonic horrendo y nace en el mar de Teras que es Internet un ligero sentimiento de cariño hacia esos ojos tan separados y esa forma tan extraña que lo componen.
Y yo que empecé hablando sobre cómo el espectador altera a la obra y terminé hablando sobre cómo los contextos alteran los gustos.