Ramón Giráldez Ceballos-Escalera es catedrático de Genética de la Universidad de Oviedo.
-¿Le ha sorprendido el nuevo estudio sobre la longevidad?
-El trabajo está publicado en «Nature», que es una revista de indudable prestigio, y trata sobre un gusano muy conocido que es centro de diversas experimentaciones y avances científicos. Lo que se acaba de anunciar, en cualquier caso, es el descubrimiento del efecto que produce un gen en el desarrollo desigual de ese gusano, del «Caernohabditis elegans». Ese gusano funciona como lo que habitualmente se denomina organismo modelo. Es, insisto, muy conocido, se conocen todas sus células, entre otras cosas porque es muy pequeño. En cuanto a la experimentación, se suele centrar en problemas relacionados con el desarrollo y, asimismo, en otras cuestiones que son distintas. También se estudia el desarrollo de su genoma.
-¿Y el gen?
-En relación a ese gen hay que decir que es muy conocido, pero ahora lo que se ha descubierto es su función concreta en la longevidad del gusano, en relación a la longevidad del gusano y en relación a la baja ingesta de alimentos. De todos modos, empíricamente es conocida la relación entre comer poco y vivir más, no sólo en los gusanos, sino en otros organismos. Al menos ésa es la impresión, aunque una cosa son las constataciones y otra descubrir los mecanismos internos que dan lugar a fenómenos de ese tipo.
-¿Cómo funciona?
-Es un gen que regula otros genes. Eso quiere decir que aún estamos lejos de saber cómo funciona exactamente, cuáles son, en conjunto, los mecanismos que desata. Se puede decir que se trata de un paso más en una investigación larga y compleja. Es una cuestión muy técnica y la conclusión es que tiene efectos específicos en los sistemas de alargamiento de la vida. La baja ingesta, la reducción en la alimentación, pues, alarga la duración de la vida.
-¿Por qué?
-Hace uno o dos años en la lección de apertura de curso creo que fue el presidente del CSIC quien dijo que lo mejor para alargar la vida es comer poco, pasar frío y castrarse, pero, claro, no es plan. Parece una broma, pero tiene base científica. Al comer poco se disparan determinados mecanismos básicos, aunque parezca extraño.
-¿Espera cambios importantes en esa línea?
-Las grandes teorías e ideas están sentadas desde hace tiempo. Hay mucha gente trabajando en estas cosas, pero aún no se conocen los mecanismo que pueden disparar la longevidad.
(http://www.lne.es/secciones/noticia.jsp?pNumEjemplar=1632&pIdSeccion=46&pIdNoticia=518884)
Vale, estaría genial vivir más... pero eso no sería vida (al menos para mí).
¿Vosotros preferirías vivir más a ese precio?