La Nación, como tal, es un constructo social, no es algo físico que podamos tocar y moldear a nuestro antojo, sino que es un ente imaginado que creamos los seres humanos para poder vivir en sociedad. Dicho esto, hay dos formas de entenderla.
Por un lado, tenemos a la gente que entiende la nación de forma individual, es decir, todas aquellas personas que viven bajo un mismo marco legal y, por lo tanto, están sujetas a las mismas leyes, teniendo como ciudadanos los mismos derechos y las mismas obligaciones. En palabras de Sieyés "Nación son todos los individuos que obedecen la misma ley". Por otro lado, derivado del romanticismo y de la "recuperación" de la cultura popular y demás, hay otros que entienden que son una comunidad culturalmente distinta a las demás, con unos rasgos determinados y un lenguaje definido, por lo tanto, se defiende a la nación como una persona social, se entiende que la nación tiene unos derechos, por lo que una comunidad que se siente nación tiene el derecho de instituirse como Estado.
Por lo tanto, se está estableciendo un conflicto en términos de sujeto político. Aquí la pregunta, ¿pensamos pues que la comunidad imaginada es un conjunto de individuos regidos por el mismo marco legal, con iguales derechos y obligaciones o ponemos el acento en el carácter comunitario de la misma, en el que la cultura y la lengua le otorga un derecho y, por lo tanto, puede y debe constituirse como sujeto político ajeno al resto de comunidades?
Hay que señalar que hay Estados en los que conviven diferentes naciones, como en Canadá. También es importante saber antes de entablar debate que hubo otra forma de entender la nación, aquella que venía determinada por cuestiones raciales, pero esta hoy en día ya nadie la toma en serio.