Comunicado del SUP

Yo soy una persona pacífica y no soy muy valiente, la verdad. Nunca me hubiera metido en un sitio donde viera que había gente que estaba provocando y, al final, que pudiera yo recibir (por culpa de los que estaban provocando, se entiende). Había gente en aquel trozo del Paseo de Gracia, al lado de la Gran Vía; pero, como os digo, la gente estaba allí, comidant-se*, hasta que nos rodearon los Mossos d’Esquadra y la gente empezó a correr, claro.

Porque la manera de la que estaban actuando no era de “quédate aquí” sino de “márchate”… eso era lo que querían, que nos marcháramos, que corriéramos. Estaba cortado por bajo, no podíamos pasar, venía gente corriendo de Plaza Catalunya… intentamos ir por arriba, pero también habían furgones policiales cortando el paso hacia la Gran Vía…

Entonces, todo el mundo empezó a correr, en diagonal, cruzando el Paseo de Gracia, porque no había otro sitio al que ir, en dirección a la Calle Casp. Y eso mismo hice yo. Iba con cinco o seis amigos, cada uno tiró para un sitio. Yo estaba allí con Lluis, y recuerdo que cruzando el Paseo de Gracia, me gire para verlo, para no perderlo, para no perderme yo, y vi que allí estaban más furgones y policías.

Entonces fue cuando noté el impacto en la cara. Mucho dolor. Y… bueno, indescriptible. Pensaba: “no puede ser, me han dado, no puede ser”. En seguida le dije: “Lluis, Lluis, que me han dado, que me han dado”. Me puse la mano en la cara y… bueno… y… y… y ya está… y no… gritando… él me miró, yo le dije: “no tengo ojo, no tengo ojo”. Y él me dijo: “sí”. Bueno… fue el primer momento en el que sabía que el golpe que me habían dado era muy fuerte. No es que me hiciera daño en un lugar en concreto, es que me hacía daño toda la parte izquierda de la cara. Yo iba diciendo: “Ambulancia, por favor, ambulancia. Hielo, hielo, que alguien me dé hielo. Que alguien llame a una ambulancia”. Ni se me ocurrió coger yo misma mi teléfono para llamar a la ambulancia. Y hicieron que me sentara en la esquina, en el suelo.

Estuvimos allí un rato, y de repente apareció un Guardia Urbano. El guardia me preguntó qué me pasaba y me destapé el ojo y se lo enseñé. Me preguntó si me hacía daño, le dije que sí y me dio más pañuelos, de clínex, sacó pañuelos limpios y me los dio. Al cabo de un rato, sé que él había llamado a la ambulancia y ésta no venía. Decían que no la dejaban pasar. La gente de allí chillaba “Ayuda!! Ambulancia!! Que venga la ambulancia!!”. Amigos míos fueron a buscar hielo, y en eso que el guardia me hizo ir… me dijo: “ven conmigo, ven conmigo”. Me llevó a su coche y me sentó en el asiento del conductor.

Estaba allí, el volvió a llamar a la ambulancia y los de la ambulancia le decían que no les dejaban pasar. Le preguntaron si estaba consciente… y yo hasta le dije: “dígale que no, que no estoy consciente, pero que vengan ya, que vengan ya”. Entonces me empecé a marear, dentro de su coche, y les dije “me estoy mareando, me estoy mareando”.

Al día siguiente, me desperté, en el Borsh* (no se escribirá así, imagino, será un hospital de Barcelona), estaba ya mi familia… y bueno, tenía el ojo tapado, que me habían reconstruido el globo ocular y toda esta parte del ojo. Tengo todos los huesos de aquí, toda esta parte de aquí, rota… el pómulo y hasta aquí… yo aquí tengo un hueso que no sé ni cuál es… el nervio óptico lo tengo cortado, está seccionado… Me dijeron que me tendrían que hacer una segunda intervención para ponerme una placa, que aún tenían que valorar, cuando se bajase toda la inflamación y todo… pero que todavía tenían que valorar lo que me harían, que no estaban seguros.

Primero, lo que me dijeron es que había perdido la visión y que esta visión no la volvería a recuperar nunca más. Que este nervio que se me ha seccionado aquí hace que no tenga sensibilidad en este lado de aquí… aún no puedo comer bien, no puedo comer por esta parte de aquí… no puedo masticar por este lado… ni tan siquiera puedo bostezar, cuando bostezo me hace daño… sólo puedo comer por aquí. Y, bueno, tenía todo inflamado, toda esta parte de la cara. Pero tenía la esperanza de que, bueno, aunque no pudiera ver, poder conservar mi ojo y tirar adelante.

Pero él me dijo que no, que el ojo… que la visión, claro, no la volvería a tener… pero que el ojo tenían que sacármelo y que me tendrían que poner una prótesis. No me ofrecieron asistencia psicológica de ningún tipo. A pesar de que la pedí. Fui insistente en ello… pero no me ha sido facilitada. No sé si es porque no la tienen o porque mi caso no entra dentro de ninguna patología que tenga que tener asistencia psicológica…

Pero esto que me ha pasado a mí es muy fuerte. Yo no se lo deseo a nadie. Y lo que no quieras que te hagan a ti no se lo hagas a los demás, esta es mi filosofía. Pero me ha pasado a mi y, bueno, aquí estamos.

Esto me pasó el lunes… que diga miércoles por la noche, día 14. Y, lunes, día 19, me visitó la oftalmóloga, a las diez de la mañana, y como el protocolo de oftalmología decía que si ya no estabas tomando medicación intravenosa, que te vas para tu casa. Yo les dije que no estaba con fuerzas para marcharme a mi casa. Que mis padres son mayores, que mi madre tiene 72 años y mi padre 86, y yo vivo en su casa y son ellos los que me han de cuidar. Me dijeron que podía ir al CAP* a hacerme las curas. Las curas del ojo se hacen cada ocho horas. Les dije que era imposible que fuéramos tres veces al día al CAP a hacer estas curas. Entonces insistieron en que mi madre sabría hacerlo muy bien y que ella me haría las curas.

Y sí, mi madre lo hace muy bien, pero no es la persona indicada para hacerlo, ¿no? Que encima de que a un hijo tuyo le pasa esto, tenga que ser ella la encargada de hacerme estas curas. Nadie de la administración se ha interesado por mí, ni siquiera me han escrito un mensaje de texto, ni un correo, ni una llamada, ni nadie se ha personado en el hospital para interesarse por mi estado de salud, de cómo estoy, qué me ha pasado, dónde estaba o con quien estaba o lo que fuera.

Yo no sé si este es el procedimiento normal, pero creo que humanitario no es. Mi familia, y yo misma, necesitamos mucho apoyo, y la verdad es que alguien de la administración que hubiera respondido por estas fuerzas de seguridad del estado, que estaban allí, que dicen que no cargaron, pero sí que cargaron, porque yo lo vi, y tengo la prueba, en mis propias carnes, que lo hicieron.

Cuando he salido del hospital, he visto imágenes, vídeos, de que el señor Felip Puig había dicho que allí no había habido ninguna carga policial, ni se habían disparado balas de goma ni proyectiles. Yo no sé qué me dio a mí, lo que sí sé es que fue un Mosso d’Esquadra y fue con un proyectil, no sé que tipo, pero fue un proyectil. Si él no dio la orden, que es el que está por encima de todos, ¿quién la dio? Yo lo vi, ¿por qué dice que no? Que no hubieron estas cargas policiales. Quizá podría explicármelo, verme a mí y explicarme que allí no había policía y que no cargaron. Yo los vi allí en directo, me ha pasado esto y los he visto después por la televisión.

No nos lleva a ningún sitio este estado de represión y de violencia. Y hasta he escuchado unas declaraciones del señor Mas, justificando que haya esta represión.

Habla la madre (en castellano)

Vuelve a hablar la afectada

Mi situación laboral ha hecho que haya tenido que dejar el piso en el que vivía, desde hace 17 años, en la Verneda*, y que haya tenido que venir a vivir con mis padres. Porque, bueno, porque igual de aquí a dos meses, tres meses, no tendré para pagar el alquiler, ni para comer ni para nada. Pues, entonces, mis padres me han acogido en su casa, menos mal que ellos tienen una vivienda, y me quieren y yo puedo estar con ellos.

Cuando trabajas de autónomo no tienes paro, no tienes ninguna prestación al desempleo. Yo soy una persona que según el estado no tengo cargas familiares, porque no estoy casado, no tengo personas mayores a mi cargo ni tengo hijos. Como no soy madre soltera, ni tengo episodio de violencia de género en el INEM, el INEM no contempla mi situación en ningún caso, para darme cualquier tipo de situación o de ayuda.

Cuando yo he cotizado desde hace… pues no sé… 22 años que he estado trabajando, casi ininterrumpidamente, por cuenta de otros o autónoma o haciendo el trabajo que he podido. Aunque estoy en el paro y no computo como persona que trabaja y que pierde trabajo suyo y que pierde sueldo suyo por ir a esta huelga, creo que era importante, por todos los recortes y todos los cambios que están habiendo de la vivienda, la sanidad, la educación, las guarderías… todo, todo, todo está mal… Entonces somos nosotros los que hemos de salir a la calle para decir que no estamos de acuerdo con todo esto.

Yo no dejaré de ir a las manifestaciones por esto que me ha pasado, quizá tarde un poco, porque me he de reponer de todo esto, e iré a manifestarme y espero que todos mis amigos y familiares hagan lo mismo. Porque uno solo no tiene fuerza, pero muchos sí tenemos fuerza. Que la gente no tenga miedo que con miedo no se consigue nada. El miedo es lo que ellos nos quieren imponer con todo esto. Todo el mundo me ha dicho, que ni Los Grises, que yo ni sé lo que son los grises, bueno, sí que lo sé, pero yo no lo he vivido, ejercían esta represión. Quizá es porque no tenían estas armas.

Si no frenamos esto, ¿cuál será el siguiente paso que nos harán? ¿no? ¿Cómo nos detendrán? Por ir a una manifestación pacífica y legal… Yo no lo sé, pero seguiré yendo a las manifestaciones.