Coronachat II: Filarmónica edition

#41189 Yo ya sabía que había muchísima gente que mira para su puto culo y ya te puedes estar muriendo que se apartan del camino por qie les da pereza ayudar. Han sido muchos años en hostelería que me lo ha confirmado.

Pero nunca imaginé que el nivel de gilipolleces es tal que hasta el deseo de que se diezme parte de la población me atrae mucho.

Si empezamos por los viejos que ni se ponen ni se quieren poner la mascarilla, he tenido clientes con el bar cerrado mandándome whatsapps de a ver cuando reabriamos que están de los nervios sin su puto rueda al mediodía y que como soy joven para mí en caso de contagiarme, sería sólo como pasar una gripe.

Miles de niños sin mascarilla abrratondo parques y padres en corrillos fumando despreocupados de cómo se acercan los críos al resto de personas.

He visto gente que pone excusas para no hacerse cargo de su padre con cancer y después esas mismas personas, quedar en el bar de bocadillos más famoso de San Sebastián con los amigos para pasar la tarde.

Anormales con la puta mascarilla de agujeros que te permiten ver el gesto de gilipollas que pone la gente cuando lleva el tapabocas puesto. Inútiles que necesitan quitarse la mascarilla para hablar por el móvil o estornudar. De cruzarme al bajar al perro con algún otro dueño de perro conocido y acercarse a hablarme para contarme que tiene covid. Policías que hacían la vista gorda en pleno confinamiento cuando pasaban cerca de parejas de latinos que iban a comprar al super sin respetar distancias ni nada mientras a mí me han pedido empadronamiento con carro de compra y tres bolsas grandes encima de comida.

Y no hablo del tema de políticos y navidades que esto ya es de risa. No seré yo quien se lleve las manos a la cabeza si por desgracia se muere por covid alguien cercano por que, aunque sienta pena, no habré sido yo quien le haya contagiado.