Sr, Iglesias.
Me llamo Alberto Iglesias Jimenez, soy auxiliar sanitario y conductor de ambulancias.
Si, soy el conductor que ha dejado una de las dos ambulancias en la puerta de su casa, dos UVI Movil perfectamente equipadas que pretenden atender a su pareja en caso de necesitarlo.
En los dos vehículos sanitarios también dispone de dos respiradores. Esos mismos respiradores que faltan en todos los hospitales españoles y que tanta faltan hacen ahora, pues bien Señor Iglesias. Usted y sus exigencias absurdas impiden que mis compañeros y yo hayamos podido atender a más de 7 personas con insuficiencia respiratoria y que nos hemos podido atender en sus domicilios.
Ya estoy mentalizado que usted o su sindicato me hará la vida imposible en el trabajo, o me despedirán cuando pase un poco de tiempo.
Mis hijos y yo saldremos adelante, pero los que no saldrán adelante y morirán en una tremenda angustia, serán los que no puedan recurrir a sus dos respiradores parados en su precioso jardín. Por cierto, muy bonito y bien cuidado.
Su pareja estaba estupenda. Yo mismo lo he visto Sr. Iglesias.
Sin otro particular, rechazando sus decisiones y caprichos inexplicables que afectan a la salud de mucha gente, reciba un saludo y recapacite se lo pido por favor. Aún está usted a tiempo.
Alberto Iglesias.