Aqui os dejo:
Poco más que decir, es una monada, se le ve en la sonrisa
Yo creo que todos somos parecidos la primera vez que nos bañamos en el mar xD, tengas 2 años, 30, seas humano o elefante xDD
Se nota que ha sido criada siguiendo los valores de la felicidad del primero baño en el mar, se ve en el contoneo de su trompa.
A los delfines y ballenas les pasa a la inversa al ser animales marinos, la primera vez que les dejas en tierra se emocionan y empiezan a rebozarse en la arena, se llenan de felicidad y no quieren dejarlo nunca, por eso mueren en las playas.
Si queréis saber más sobre compotamiento animal preguntadme lo que sea, tengo un título de biología que me venía en una caja de galletas.
Las hormigas no duermen, ellas siempre están despiertas. Escondidas en los rincones más oscuros, te vigilan día y noche. Siempre saben donde estás, lo que estás haciendo. Pueden pasarse años vigilandote, ni siquiera sabes que están ahí. Es posible que alguna vez las descubras en tu cuarto y las mates, no importa, son una legión interminable, por cada una que aplastas, mil más te siguen observando desde sus escondites, inmóviles, sin hacer ruido, siempre están ahí vigilando.
Ellas saben esperar pacientemente, no tienen prisa, la hora llegará antes o después. Esperan a que tu cuerpo esté preparado, como un granjero espera a que los cultivos salgan de las semillas. Ocultas por todas partes, cuando llegué el momento, saldrán.
No notas nada, esperan a que estés durmiendo, a que tu cuerpo esté inmóvil y tus sentidos totalmente anulados, quedas totalmente indefenso y nada puede detenerlas. Trepan por tus extremidades para alcanzar todos los orificios de tu cuerpo, y una a una, se van alojando en tu interior.
Te despiertas a la mañana siguiente sin sospechar nada de lo que ha ocurrido durante la noche, ignoras por completo que ya no eres uno, si no millones, pues ahora toda una colonia se aloja en tu interior. Después de todo no parece tan malo, sigues con tu vida de forma normal sin que tus nuevas inquilinas te molesten lo más mínimo, parece que ni están ahí, pero vaya si están..., masticando lentamente tus organos internos, construyendo sus nidos en tus cavidades, usando tus venas y arterias como vías de comunicación para llegar a todos los lugares de su nuevo imperio, reproduciéndose en su interior, cada vez son más...
Han pasado ya varios años desde la colonización, tu vida marcha perfectamente, tienes un buen trabajo con un buen sueldo y has conocido a una chica estupenda que quiere compartir el resto de su vida contigo, las cosas no te podrían ir mejor. Es el día de la boda, esás rodeado de tu familia, tus amigos y de la mujer más maravillosa que has conocido, eres féliz, muy féliz.
La velada continúa su curso, estás sentando en la mesa de los novios con ella al lado, miras como los invitados brindan y rien, disfrutando de esta celebración, se lo están pasando en grande, te giras para mirarla a ella, es preciosa, se gira para devolverte la mirada, ambos os sonréis.
De repente empiezas a tener una sensación extraña en el interior de tu cuerpo, la sonrisa se desdibuja de tu cara y cambias la expresión, ella lo nota y se preocupa, algo no va bien. En una fracción de segundo, sientes como tu garganta se inhunda, está completamente llena, ¿pero de qué?. No puedes respirar, intentas abrir la boca para tomar aire, y en el instante en que tus labios se separan notas como algo sale propulsado aterrizando sobre la novia. Parece que está noche habrá invitadas inesperadas.
Ella grita en pánico, las hormigas cubren su cuerpo y mordisquean sin parar cada rincón de carne al que son capaces de llegar. Intentas ayudarla, pero pronto descubres que no estás en mejor situación que ella. Tu piel se abre, puedes notarla rajándose por todas partes, pero no es sangre lo que brota de tu interior. Fracasas en tu intento de moverte de la silla, como un saco al que le han hecho varios tajos y se va desinflando poco a poco mientras la arena se escapa de su interior, yaces inmóvil mientras tus compañeras durante los últimos años van abandonando el interior de tu cuerpo.
Despesperada, tu novia intenta defenderse de cualquier forma, no puede soportarlo, las nota por todo el cuerpo, masticando, correteando en busca de algún sitio al que todavía no hayan llegado. Coge el cuchillo de carne que hay sobre la mesa y empieza a apuñalar frenéticamente. La hoja se hunde una y otra vez en diferentes partes de su propio cuerpo, pero los mordiscos continuan, es inútil, las invitadas no se irán hasta que termine el banquete.
Ahora mismo tu mayor deseo sería que una de esas puñaladas cayese sobre ti de forma mortal y acabase con tu sufrimiento, pero no tienes esa suerte, todavía no, aún queda una cosa pendiente, hay algo que debes aprender. Empiezas a percibir una especie de murmullo, un susurro continuo que cada vez va siendo más audible. Finalmente puedes escucharlo claramente, son ellas, y lo que oyes es su mensaje, lo que quieren que sepas: