Hay que tener poca vergüenza y, al mismo tiempo, un coraje de legionario para plantarse delante de otros seres humanos a decir que la importación tercermundista que hemos hecho no ha provocado un problema muy serio de delincuencia. Sin entrar en que han destrozado la cultura de las regiones pequeñas cual elefante entrando en una chatarrería porque esta gente ni se integra ni tiene intención/necesidad ninguna de hacerlo.
Y el problema es que irá a más porque las estadísticas serán cada vez más favorables al mugremita que defiende esto, porque la mayoría de moros que roban ya son 100% españoles (no confundir con tener papeles), ergo se meten en el saco de españoles.