Tonterías... mucho Chuck Norris, vuestros pequeños genitales... pero os olvidáis de vuestro verdadero Dios y señor.
Todo el día alabándolo... todo el día pensando en él, jugando con él, adorándolo, rezando, disfrutando de vuestra sagrada religión...
Onán es vuestro único y verdadero Dios...
[b]El Pecado de Onán[/b]
(Génesis 38,1-30; Deuteronomio 25,5-10)
Quiero contarles señores
una historia repetida,
una maldad conocida
con ásperos sinsabores;
que provoca los dolores,
que sin piedad se reencarna;
una costumbre amarga
que castiga a los más pobres.
Quiero dar mi información
porque es bueno hacer presente
cómo tratar a la gente
que teniendo una misión
se extravía en su ambición,
se arruina en la codicia,
hace gala de malicia
y descuida su función.
Es la historia de Onán
y de Tamar, su cuñada,
la que fuera destinada
a ser privada del pan;
por no quererla ayudar
el hermano del difunto,
en un esfuerzo conjunto
por su nombre perpetuar.
Murióse Er, su esposo,
sin dejarle ningún hijo.
Por malvado lo maldijo
el Dios misericordioso.
El Señor, el Poderoso
lo canceló de su amor;
se secó como una flor
y entró en oscuro reposo.
Tocaba el turno a Onán
de socorrer a su hermano;
tenía en su propia mano
la gran oportunidad
de conseguirle heredad,
de darle una descendencia,
de prolongar su presencia
entre la comunidad.
Y prefirió el miserable
derramar su semilla,
hacer barro con la arcilla,
en lugar de ser buen padre.
Eligió como un cobarde
perderse en la triste nada,
no ayudar a su cuñada
ni renunciar a sus planes.
Y fue que murió Onán.
Pero quiso reencarnarse,
y así al menos perpetuarse
en clonación de maldad.
Ahora vive en la ciudad,
trabaja de político
de corazón raquítico
saciado de vanidad.
Su interés es siempre el propio;
auxiliar a los hermanos
será para los extraños;
para sí, sólo el acopio.
Así se vuelve sórdido,
un incapaz y amarrete,
por no ayudar a la gente
de su mismo territorio.
¡Levántate gran Tamar!,
mujer que eres tú, mi pueblo.
Exijamos el consuelo,
que nos lo quieren quitar.
Si no quieren trabajar,
llamemos a los ancianos
extendamos nuestra mano
y hagámolos humillar.
Quien no quiso ser hermano
cuando le pediste ayuda,
tendrá una condena dura
por su trato inhumano.
Será Onán condenado
pues pudiendo, no quería;
se negó a dar la vida,
ése fue su gran pecado.
P.D: #59 También estoy contigo
nerul, dios de la muerte, es representado con una mano agarrando a un ojo devido a que le coraron una mano i le arrancaron un ojo, y le quemaron la resta del cuerpo devido a eo se combirtio en el dios del mal
Vin Diesel, Brad pitt en troya, adriano y como no JESUCRISTO
tambien decir k io soy dios para algunas personas :x