Otro que me acabo de acordar:
Tenía yo supongo que entre 6 y 8 años. Más de una vez me pasaba que eran las 10 o las 11 de la noche y por inquietud o lo que sea no quería dormirme o no podía dormirme. Entonces, cuando ya mi padre estaba hasta la polla de mí, sacaba una silla vieja plegable del trastero, la ponía en el pasillo y me decía: ahí te vas a quedar sentado hasta que te entre sueño.
Mano de santo hoyga. A los 10 minutos estaba deseando irme a la cama.