Como siempre que ocurre un accidente, lo primero es buscar un culpable. Y si no lo hay se inventa. Y si no se puede inventar, le echamos la culpa al primero que pase por allí y así ya nos quedamos tranquilos y obviamos que vivimos en un mundo lleno de sucesos fortuitos y de tragedias y que en realidad hay millones de cosas que no están en nuestra mano.
Suficiente calvario pasarán los padres y la familia (y pobre el primo/hermano/quiensea mayor que se quedó al cargo de los más pequeños) como para echarles más mierda encima. Un poco de empatía, joder.