No se que esperáis de este gobierno. Está siendo todo muy surrealista.
Tuve que volver el sábado de Nueva York adelantando el vuelo para no quedarme atrapado, haciendo escala en Lisboa, y menuda diferencia.
Ahí, carteles por todos lados, en los bares/cafeterías no te puedes sentar uno al lado de otro, los seguratas indicandole la gente que en la cola hubiera separación entre personas, llegas al aeropuerto del Prat y todo son multitudes de personas, restaurantes abarrotados, la gente llegando y abrazando y dando besos a sus familiares.
Y lo mejor es que mañana tengo que ir a trabajar como si nada