Hemos llegado a un punto que criticar el islam, la inmigración ilegal, las culturas arcaizantes con valores de mierda u otras clases de movidas, te convierten en fascista directamente. Importa poco tu opinión. Vaya, el pobre profesor este está a un paso de que lo tilden como tal, viendo las justificaciones sobre su vil decapitamiento.
Ahora la gente normal estamos en un brete. Por un lado, los extremistas de derecha, racistas e identitarios, que aprovechan la situación para hacer su juego; por otro, los posmodernos progresistas, que aprovechan cualquier cuestionamiento de toda esta basura para señalarte e identificarte como nazi, independientemente de lo que pienses.
En este punto, hoy por la tele he visto una bizarrada de cuidado en el telediario del mediodía. El lugar este donde ha habido la cacería nazi de menas, por lo visto es un sitio conflictivo donde estos campan a sus anchas haciendo imposible la vida al personal; los nazis han aprovechado la situación para intentar apropiarse del papel del estado, escampando su ideología de mierda y de paso realizar lo que realmente buscan, la violencia por la violencia (podría pasar a detallar por qué creo que esta gente solamente son nacionalistas de corte racista, como los norteamericanos y no nazis al uso, pero esto ahora da igual).
En esta situación de mierda, los ciudadanos de bien se han visto envueltos en un conflicto cuando han llegado los "Antifa" (que podría decir lo mismo que de los neonazis, no son antifacistas, simplemente hooligans que buscan violencia, como los otros). A estos les importaba una mierda lo que habían hecho los nazis y reclamaban paz en su barrio, puesto que el acoso día sí y día también de los menas les ha llevado a tener miedo incluso de salir de sus casas. Cuál ha sido mi sorpresa al ver a uno de estos "antifa" increpando al señor que explicaba esto y su posición en este fuego cruzado, porque los que tenía enfrente eran nazis y ellos, correlativamente, unos sinvergüenzas por no ponerse del lado de los menas que les están arruinando la vida.
¿Cuál es la conclusión? Que entre grupos que han hecho seña de bandera la identidad, ya desideologizados realmente porque ni unos son nazis ni los otros comunistas/socialistas/socialdemócratas, la razón se ha diluido, dejando paso a la desprotección y pérdida de derechos más absoluta, que queda en manos de unos discursos trufados de sentimiento y populismo. Alejarte de ellos, por supuesto, supone para estos lilas el estar a favor del otro: es un conmigo o contra mí.