la derecha vomitando bilis cada 14 de abril

MiNmbreNoCab
#59thecurious:

pero celebrar que Colon empezo una campaña de guerra, muerte y esclavitud en America

Esque nadie celebra eso porque lo que tu comentas no ocurrio.

En el resto de lo que dices totalmente de acuerdo.

#60 En que me maravilla que cuando tu les dices que cuando un dictador muere en su cama con todo el tiempo del mundo para planificar y dejarlo todo "atado".

Y lo dices para explicar que porque la transicion española vale menos que un cagao que el rey es un golpista y demas, se echan las manos a la cabeza. Y pues eso, te dicen que vives en el pasado, revanchista y demas. cuando no me la podria sudar mas. Simplemente la historia sigue un curso, y todo esta ahi.

Los tipicos memes que se ven en primera pagina de utilizar a franco de comodin un tio que murio hace 50 años y no se que, xdd como si toda nuestra situacion politica pudiese venir de algun otro lado.

Es muy loco si te paras a pensarlo. es un fenomeno que me despierta verdadera curiosidad, sin mas.

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thecurious

#54 Las elecciones del 36 que ganó el frente popular fueron LEGITIMAS y lo dicen un montón de historiadores y la izquierda las gano limpiamente, la derecha sabe que si propaga ese bulo de que fueron un fraude pueden luego justificar el franquismo.

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Colgajo

#59 Vaya, un afrancesado, sorpresón en las guanas.

RomanAbrazos

#62 Que vas a hundir tu pamplina, te crees alguien por pasarte el dia buscando manitas en un foro endogámico y manipulando el discurso de los demás.

Imbackbeech

Si la república era algo parecido a la mierda que tenemos con Perro Sanxe entiendo el Golpe.

ClaudeS

#62

Según el testimonio del radical Diego Martínez Barrio, los principales dirigentes de los republicanos de izquierda encabezados por Manuel Azaña nada más conocerse los resultados electorales presionaron al presidente de la República Alcalá-Zamora para que convocara nuevas elecciones antes de que se constituyeran las Cortes recién elegidas.

Otro cambio trascendental para el sistema de partidos fue la inapelable derrota de la izquierda republicana y el duro correctivo sufrido por los socialistas, que se habían presentado en solitario a las elecciones con la aspiración de obtener una mayoría suficiente que les permitiese gobernar y transformar de forma pacífica la república “burguesa” en una “república socialista”. Por último, señalar que la posición central la ocupaba el Partido Radical.

En rojo las izquierdas, en verde el centro, y en azul las derechas.

Nada más conocerse el triunfo del centro y de la derecha en las elecciones, los republicanos de izquierda y los socialistas intentaron que el Presidente de la República convocara nuevas elecciones antes de que llegaran a constituirse las nuevas Cortes. La iniciativa la tomó Manuel Azaña, que había presidido los gobiernos republicano-socialistas del primer bienio. Se entrevistó con el presidente del gobierno Diego Martínez Barrio al que le propuso formar un gobierno de izquierda republicana y convocar nuevas elecciones. Ante la respuesta negativa de este dos días después le envió una carta, firmada también por los republicanos de izquierda Marcelino Domingo y Santiago Casares Quiroga que había sido ministros en sus gobiernos, en la que le reiteraban la exigencia de formar un gobierno de «garantía revolucionaria» y en la que hacían una alusión amenazante: «Deseamos vivamente que... se acepten nuestros puntos de vista, con lo que se evitarán resoluciones ulteriores, guiadas en todo caso por lo que demandan los más altos intereses del país». Martínez Barrio volvió a negarse y les respondió no sin cierta ironía: «Quisiera evitar a ustedes las resoluciones ulteriores que me han anunciado».

Los socialistas, por medio de Juan Negrín, también hicieron la misma petición, esta vez directamente al presidente de la República Niceto Alcalá Zamora, que también se opuso firmemente a violar la Constitución e invalidar el resultado de las elecciones. Los socialistas fueron aún más lejos y acordaron que desencadenarían una «revolución» si la CEDA entraba en el gobierno.

El historiador italiano Gabriele Ranzato considera que el intento por parte de las izquierdas de impedir que el centro-derecha accediera al poder después de haber ganado las elecciones generales inició la serie de acontecimientos que precipitaron a España en la guerra civil. El problema era que los republicanos de izquierda, encabezados por Manuel Azaña, concebían la República no solo como un régimen político democrático sino como un proyecto político propio que había triunfado gracias a una «revolución», pues así entendían lo que había sucedido el 14 de abril de 1931 ―y no como el resultado de «una voluntad difusa de derrocar la monarquía y de un cambio democrático, pero no de una revolución», apunta Ranzato―. Así pues, los que habían traído la República no querían aceptar que ahora fuera gobernada por sus «enemigos», aunque en realidad lo que había sucedido es que la mayoría de los electores habían rechazado las reformas llevadas a cabo por los gobiernos republicano-socialistas presididos por Azaña durante el primer bienio, o al menos una parte de ellas.

Estas posición la mantuvo Azaña en los meses siguientes contribuyendo así al «clima de tensión» y a la «predisposición mental» que llevó a la Revolución de Octubre de 1934. En el discurso de clausura de la organización juvenil de su partido dijo: Nosotros vamos poco a poco colocándonos frente a esta República que acaba de perder sus últimas consideraciones de orden moral y de autoridad moral; vamos a colocarnos en la misma situación de ánimo en la que estábamos frente al régimen español en el año 1930. Si nos empujan... ¡ah!, que no se quejen.

En junio de 1934, siete meses después de haberse constituido el gobierno del Partido Republicano Radical con el apoyo de la CEDA, los republicanos de izquierda volvieron a intentar que el presidente de la República Alcalá Zamora disolviera las Cortes y nombrara un gobierno minoritario de izquierda para que presidiera las nuevas elecciones. El encargado de presentarle la propuesta a Alcalá Zamora fue su antiguo compañero de partido Miguel Maura. Al no conseguir su objetivo comisionaron a Diego Martínez Barrio, que había abandonado el partido de Lerroux, para que hablara con Alcalá Zamora con el propósito de que este nombrara un gobierno de «salvación nacional» con plenos poderes. Alcalá Zamora volvió a negarse y a pesar de ello las presiones al presidente de la República continuaron. Hubo incluso un intento de hacer público un manifiesto con la petición que no cuajó porque los encargados de su redacción (Azaña, Maura y Sánchez Román) no consiguieron ponerse de acuerdo en su contenido.​ Y Azaña llegó a tantear a los socialistas para que apoyaran su proyecto pero Largo Caballero le dijo, según Azaña, que «habían acordado no colaborar con los republicanos, ni para la paz ni para la guerra, porque ellos van a hacer solos la revolución...».

Aún no se había constituido el nuevo gobierno, cuando estalló la tercera insurrección anarquista de la historia de la República, y como las dos anteriores del primer bienio también resultó un completo fracaso. La decisión se había tomado nada más conocerse el resultado de la primera vuelta de las elecciones de noviembre de 1933 en un Pleno Nacional de la CNT celebrado en Zaragoza el 26 de noviembre, del que salió un comité revolucionario encargado de organizarla e integrado, entre otros, por Buenaventura Durruti, Cipriano Mera, Antonio Ejarque o Joaquín Ascaso, casi todos ellos miembros de la FAI. El mismo día en que se abrieron las nuevas Cortes, el 8 de diciembre, el gobernador civil de Zaragoza ordernó cerrar los locales de la CNT como medida preventiva y desplegar las fuerzas de orden público por las calles, pero eso no evitó que por la tarde y durante los seis días siguientes los tiroteos y los enfrentamientos entre policías y revolucionarios que querían implantar el comunismo libertario se extendieran, en una ciudad paralizada por la huelga, muriendo doce personas solo el primer día. El día 14 fue declarado el Estado de Guerra e intervino el Ejército para restablecer el orden, mientras guardias de asalto conducían los tranvías, escoltados por los soldados. El día 15 la CNT dio la orden de volver al trabajo y al día siguiente la policía detenía al comité revolucionario (Durruti fue detenido después en Barcelona).

El movimiento insurreccional iniciado en Zaragoza se extendió a otras localidades de Aragón y de La Rioja, y allí donde se proclamó el comunismo libertario se produjeron los hechos más graves, siguiendo todos ellos un esquema similar: intento de apoderarse del cuartel de la guardia civil, detención de las autoridades y de las personas «pudientes», quema de iglesias (San Asensio) y de los archivos de la propiedad y documentos oficiales, abastecimiento de productos «de acuerdo con las normas del comunismo libertario». La respuesta gubernamental fue siempre la misma: una dura represión. También hubo alzamientos anarquistas en puntos aislados de Extremadura, Andalucía, Cataluña y la cuenca minera de León, que el 15 de diciembre ya habían sido completamente dominados.

El balance de los siete días de la insurrección anarquista de diciembre de 1933 fue de 75 muertos y 101 heridos, entre los insurrectos, y 11 guardias civiles y 3 guardias de asalto muertos y 45 y 18 heridos, respectivamente, entre las fuerzas de orden público.

Los socialistas desde su expulsión del gobierno en septiembre de 1933 y su ruptura con los republicanos,​ y especialmente tras la derrota en las elecciones de noviembre de 1933, cambiaron de estrategia para alcanzar el socialismo: abandonaron la «vía parlamentaria» y optaron por la vía insurreccional para la toma del poder. Para muchos socialistas la lucha legal, el reformismo y la República democrática ya no servían, convirtiéndose la revolución social en su único objetivo.​ Entre las bases socialistas había calado un «creciente desasosiego» «por el incumplimiento, o el retraso, de la legislación reformista, y también por la crecida de la marea anti-reformista», por lo que, según José Luis Martín Ramos, «la radicalización del PSOE y la UGT, ni fue gratuita, ni procedió de arriba abajo».

Ya durante la campaña electoral Francisco Largo Caballero, el líder socialista que encabezó el cambio de orientación, había advertido de que el reformismo democrático ya no servía a los socialistas: No es suficiente para la emancipación de la clase trabajadora una república burguesa... Que conste bien: el Partido Socialista va a la conquista del poder, y va a la conquista, como digo, legalmente si puede ser. Nosotros deseamos que pueda ser legalmente, con arreglo a la Constitución, y, si no, como podamos. Y, cuando eso ocurra, se gobernará como las circunstancias y las condiciones del país lo permitan. Lo que yo confieso es que si se gana la batalla no será para entregar el poder al enemigo.

En enero de 1934, tras la derrota electoral, Largo Caballero dijo: Nosotros fuimos a una revolución y el poder cayó en manos de los republicanos y hoy hay en el poder un Gobierno republicano y ya destruye lo que hicimos nosotros.

Más explícito fue Largo Caballero en un discurso pronunciado en Madrid ese mismo mes de enero de 1934: Yo declaro que habría que ir a ello [armarse], y que la clase trabajadora no cumplirá con su deber si no se prepara para ello. [...] Hay que dejar grabado en la conciencia de la clase trabajadora que, para lograr el triunfo, es preciso luchar en las calles con la burguesía, sin lo cual no se podrá conquistar el poder.

Pero para que la vía insurreccional fuera legítima, según los socialistas, debía mediar una «provocación reaccionaria», que enseguida relacionaron con la entrada de la CEDA en el gobierno.​ Ya al día siguiente de las elecciones Indalecio Prieto había dicho que si la CEDA ingresaba en el gobierno, «públicamente [contraía] el Partido Socialista el compromiso de desencadenar... la revolución».​ Este cambio de orientación coincidió con el fracaso de la insurrección anarquista de diciembre de 1933 que cerró el ciclo insurreccional de la CNT durante la Segunda República. «Justo cuando los anarquistas agotaban la vía insurreccional y aparecían en el seno del movimiento las críticas de esas acciones de ‘minoría audaces’, los socialistas anunciaban la revolución».

El cambio de orientación política de los socialistas se produjo tras un intenso debate interno iniciado nada más conocerse la victoria de la derecha en las elecciones. Desde el primer momento se configuraron dos posiciones antagónicas: la mantenida por Julián Besteiro, con el apoyo de Trifón Gómez y Andrés Saborit, partidario de seguir la vía parlamentaria con el objetivo de «defender la República y la democracia»; y la defendida por Largo Caballero, con el apoyo de Indalecio Prieto que hasta entonces había mantenido posiciones más moderadas, partidario del viraje revolucionario.

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GoFoward

Es que en la Segunda Republica hubo mucha inestabilidad... no como en el resto de Europa de la epoca, que eran todo democracias consolidadas y estables eh. Tampoco hay que olvidar la estabilidad politica de España a principios del siglo XX eh, todo muy estable y democratico, si.

Que rico el olor a democrata justificando golpes de estado y dictaduras militares.

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thecurious

#61 en America Española Isabel la Católica prohibió la esclavitud al considerar a los indígenas seres con alma pero con el modelo de encomienda se siguió haciendo de forma discreta durante varios siglos en menor media

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thecurious

#67 me he hecho un lio con tu comentario, apoyas la Republica o no?

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R

Recordad que el PSOE ya está ahi

Craso
#33Tarles:

y pensar la pedazo de bandera que tuvimos al principio...

¿Cuál?

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thecurious

#66 te agradecería que pasases la fuente

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RomanAbrazos

#66 a estas alturas solo quedaba la Entrega del cofre de los fondos de la campaña de la CEDA lo que provocaria:
-Cambio en la popularidad de No AlineadosNon-Aligned: 15.00%
-Al inicio de la guerra civil, gana 5 unidades bien entrenadas
con 3 batallones de infantería.

Tarles

#71 Usa Google que es gratis.

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MiNmbreNoCab

#66 Este es el problema de estos temas, enseguida viene el de turno a soltar su mierda politica.

Las elecciones dieron un triunfo rotundo a la Conjunción Republicano-Socialista. La derecha y el centro republicanos (con la excepción de los radicales) quedaban reducidos a un papel testimonial, en tanto que la derecha monárquica sufría un serio revés. Como resultado la mayoría de las izquierdas en el Parlamento (nucleada en torno a socialistas, radicalsocialistas y Acción Republicana, puesto que radicales y progresistas abandonaron pronto la coalición) dio lugar al denominado bienio reformista entre los años 1931 y 1933.

Soltar datos al tuntun sabemos todos. Se dice que la segunda vuelta la derecha la amaño. Y esto es reconocido por historiadores que poco o nada tienen que ver con la izquierda, y otros tantos dicen que no.

En cualquier caso, la gente como tu ensucia cualquier debate posible de estos. y es una autentica lastima

#68thecurious:

en America Española Isabel la Católica prohibió la esclavitud al considerar a los indígenas seres con alma pero con el modelo de encomienda se siguió haciendo de forma discreta durante varios siglos en menor media

Esto es deliberadamente impreciso, España no hizo en america lo que dicen que hicieron, en Africa si y de forma muy testimonial en comparacion con las demas potencias y ademas, posteriormente, que es de lo que tu estas hablando. Ergo, eso que comentas no ocurre, nadie celebra en el dia de la hispanidad una campaña de muerte esclavitud y guerra, porque no ocurrio.

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JohnEsponja

#45 Con esos calificativos por un segundo pensaba que hablabas del psoe

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thecurious

#76 menos mal que los Borbones siempre se han preocupado mucho por España dios los cuide muchos años

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Rinkes

Ya está la derecha llorando por el imperio romano?

JohnEsponja

#72 Veo que pides fuentes en varios post, pero en tu post inicial no esta la fuente de lo que dices. Ponla

#77 te ha dolido mi comentario? Digo que el psoe y borbones tienen los mismos adjetivos, no te parece curioso? además los siguen defendiendo en pleno siglo xxi

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DunedainBF

#43 En esas andamos, con los progres idealizando y blanqueando lo que fue la república y los fachas lo mismo con el franquismo.

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thecurious

#80 Poner Republica y Franquismo al mismo nivel demuestra no tener ni idea de Historia de España y ademas demostrarlo

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Soy_ZdRaVo

#69 es un facha redomado

Apuntalo en tu lista. Es de los peores

Le vi pedirle un autógrafo a Abascal

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DunedainBF

#81 Eso es porque de la II República te quedas con lo que quieres y desechas el resto mientras miras para otro lado.

El mismo ejercicio se puede hacer con el franquismo.

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MiNmbreNoCab

#80 Es que ese discurso equidistante es muy jodido. Lo puedo llegar a entender, pero no me parece realista. conciliador, si acaso.

Porque chico, la republica evindemente tiene sus fallos y sus oscuros y ningun estado es bondadoso, pero comparar eso con el nacionalcatolicismo golpista del mas rancio durante tantas decadas es simplemente no ser objetivo y ponerlos al mismo nivel pues, como amante de la historia personalmente me parece muy "xd"

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Craso

#74 Te preguntaba para descojonarme cuando me respondieras “la Cruz de Borgoña”, que nunca ha sido la bandera de España XD.

La primera fue rojigualda.

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thecurious

#83 de la Segunda Republica no seré yo que diga que fue perfecta, basicamente fue un neonato sistema democratico que tuvo que arrastrar un retraso de país a todos los niveles y con una elite religiosa y económica que hizo todo lo que pudo para no poder sus puestos de poder y ademas de regalo influenciada por la extensión del fascismo y del comunismo de entreguerras, pero por supuesto que fue mejor que la España de antes de ella y las desgracias que vendrían después.

DunedainBF

#84 Ambos me parecen atroces, más aún con los estándares actuales y el franquismo fueron cuatro décadas. Seguramente los años 60 y 70s del franquismo fueron mejor época para España que la II República.

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thecurious

#82 A la cheka de cabeza

thecurious

#88
broma

MiNmbreNoCab

#87 Pues no me gusta recurrir a este tipo de cosas tan manidas, pero eso es porque cojeas de un pie muy concreto.

Comparar el contexto geopolitico mundial y europeo de los 60 y 70s con el del de los 30-40 para poner al franquismo por encima de la republica, pues eso.

Crees que eres equidistante pero en realidad no eres objetivo.

No me entiendas mal, seguramente y objetivamente lo seria, pero joder, es que no es ni remotamente justo comparar ambos periodos, a saber si españa no hubiese sido una potencia mundial con la republica en los 60-70 en vez de un pais que comenzaba a remontar como con franco.

no se, es lo que digo, yo no entiendo que beneficio hay en negar la historia. es muy raro lo que ocurre en españa con este tema.

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