#2 en química analítica existe y desde hace mucho, no es nada nuevo ni raro. Lo que han hecho estos es una app que reconoce los datos y los manda a un emisor de aromas
Según ha explicado Lozano, “el sistema funciona como si fuera un fax, escanea un olor y lo genera de la manera más parecida posible en el destino”. En un primer paso, los compuestos aromáticos interaccionan con los sensores de la nariz electrónica. La nariz transmite esas señales por bluetooth a un Smartphone que, en función de lo aprendido previamente, clasifica el aroma. A continuación, envía por wifi el olor clasificado a un display olfativo, que a modo de impresora, finalmente genera el mismo olor. Esta transmisión por wifi e internet puede ser a cualquier distancia.
Que oye, que genial, pero por como lo venden suena a: