Acuden a desahuciar a un hombre en Móstoles, se tira por la ventana y descubren el cadáver momificado de su padre que ocultó para cobrar su pensión
José Manuel Cobos, de 54 años, se tiró por la ventana de un tercer piso del número 1 de la calle de Palafox de Móstoles (Madrid) cuando una comisión judicial le iba a desahuciar por el impago del alquiler de la casa donde vivía supuestamente con su progenitor. Sufrió heridas muy graves, pero salvó su vida. Ocurrió el pasado jueves 20 de enero. Al subir a su piso los Bomberos hallaron en una habitación el cadáver momificado de su padre de 83 años. Llevaba muerto unos 18 meses y estaba metido debajo de la cama de una habitación, según adelantó Telemadrid. Los antropólogos tratan ahora de descubrir la causa de la muerte del octogenario.
Durante muchos años José Manuel Cobos trabajó en la construcción hasta que hace una década se quedó en el paro. Se separó de su mujer en 2014 y se fue a vivir con su padre a Móstoles. Se calcula que a los pocos meses de comenzar la pandemia, en el verano de 2020, el progenitor pudo fallecer. La última vez que se vio con vida al octogenario fue en junio de 2020. Su hijo no le comunicó a nadie su muerte para seguir cobrando la pensión de su progenitor ante la falta de ingresos, según sospechan los investigadores que han averiguado que cada mes iba al banco a retirar el dinero de la pensión.
El piso de la calle de Palafox donde vivía el padre de José Manuel era de alquiler de renta antigua. Y desde que llegó su hijo los recibos no se abonaron por lo que el propietario le denunció por impago tras varios requerimientos e inició un proceso de desahucio. José Manuel se negó a abandonar la casa y el 20 de enero se procedió al supuesto al desalojo de la vivienda.
Cuando la comisión judicial llamó a la casa el hombre se tiró por el balcón a un patio interior. Acabó con varias vértebras aplastadas, roturas del bazo y la cadera y un traumatismo craneal. Está ingresado en el hospital Puerta de Hierro y la Policía Nacional aún no le ha podido interrogar, ya que asegura que no recuerda nada de lo sucedido. De momento, se podría enfrentar a un delito por estafa a la seguridad social.
Tampoco José Manuel le pagó nunca la pensión a su ex mujer. El abogado de su ex pareja, Alberto Martín, ha explicado que el divorcio se "realizó de mutuo acuerdo y se firmó un convenio que nunca jamás se cumplió porque él no llegó a pagar en ningún momento la pensión, a pesar de que él sí nos consta que había trabajado al menos durante 20 años". El letrado ha explicado que el hombre para evitar pagar el dinero a su mujer se "auto marginó y se aisló y dejó de tener relación con los vecinos y sus dos hermanos". "Su ex mujer y su hija han tenido una paciencia infinita porque han pasado siete u ocho años sin hacer ninguna denuncia y justamente cuando hacemos la reclamación por vía civil de las cantidades que debía les avisó la Policía diciendo que se había tirado por su casa en Móstoles", agregó el letrado que ignora la cuantía de la pensión del padre de José Manuel y lo que hacía con ese dinero. Con todo, el abogado asegura que "José Manuel sabía muy bien lo que hacía y que lo tenía todo planificado, puesto que ocultó el cadáver de su padre para poder seguir cobrando su pensión".
Las únicas dos familias que vivían en el bloque de la calle Palafox de Móstoles llevaban ya mucho tiempo sin ver al padre de José Manuel. Estaban un poco extrañados por no saber nada de él y porque las ventanas de la casa estaban siempre abiertas, incluso cuando cayó la gran nevada de Filomena. Otra vecina de la zona contó que el octogenario tenía dos hijos, pero José Manuel les impedía entrar.
Uno de los pocos vecinos que vivía en el edificio señaló que el pasado 20 de enero se llevaron un gran susto al ver la caída de José Manuel hasta su patio: "Nos lo encontramos tirado en el suelo de nuestro patio cuando le estaban desahuciando, lo raro es que llevábamos mucho tiempo sin verle, pero nunca pensamos que podía estar ahí fallecido".
El abogado Alberto Martín asegura que "quizá este señor ha podido fallecer porque no ha tenido atención, porque no ha tenido alimentación o por falta de medicación. Si no ha fallecido repentinamente y si era una persona que iba empeorando a José Manuel le corresponde una responsabilidad porque debería de haber avisado a los médicos, a los servicios sociales o a quien fuera para intentar asistirle", subrayó el letrado.
Para Alberto Martín, además, si el hombre hubiera pagado el alquiler "el caso se podría haber eternizado, ya que no hablaba con nadie, ni siquiera con su hija. Está claro que es un personaje extraño y que cuando le den el alta tendrá que declarar en el juzgado y deberá explicar lo que le pasó a su padre".
Desesperación absoluta, los hermanos llevaban cerca de 2 años sin ver a su padre octogenario, ni la nieta o nietos a su abuelo. ¿Nadie pudo hacer nada?