Resumen:
En 2017 un grupo de guarimbas (opositores venezolanos) encapuchados armados (entre los que se encuentra Enzo Franchini Oliveros) está protestando contra Maduro en las calles de Venezuela.
Por allí pasaba un tal Orlando Figuera, que era un humilde trabajador... que se cruzó con un hombre con el que ya había tenido una discusión en otro momento por una oferta de trabajo. Dicho hombre le gritó a la multitud que Orlando le había intentado atracar. La multitud se le echó encima, lo apalearon, un sujeto le roció con combustible, le prendió fuego y lo apuñaló.
Este caso aquí no es muy conocido pero en venezuela fue sonadísimo ya que este (en un primer momento se catalogó como asesinato motivado por el odio político) y otros ajusticiamientos públicos acabaron desencadenando que el estado venezolano legislara contra los crímenes de odio.
El supuesto autor material de prenderle fuego y de apuñalarlo, Enzo Franchini Oliveros, es un empresario (e hijo de empresarios) venezolano. Tenía orden de búsqueda y captura por la Interpol y acaba de ser detenido en España.
La fiscalía le imputa los cargos de instigación pública, homicidio intencional calificado y terrorismo.
Este tipo de noticias aquí son difíciles de entender: un ingeniero con su empresa, de buena familia... sale a protestar a la calle con pasamontañas y prende fuego y apuñala a un tipo random en un momento de calentón. Son cosas inconcebibles en el estado español pero me parece que este tipo de sucesos nos ponen los pies en el suelo sobre las realidades de nuestro país y el de otros. Y nos confirma que poco o nada tiene que ver el nivel económico con el civismo.
Este hilo no es para meter mierda a los guarimbas ni a los latinoamericanos, pero me parece que a veces se nos olvida que este tipo de ajusticiamientos públicos (y otros mucho peores -solo tenéis que buscar vídeos de cárceles latinoamericanas en liveleak) pasan con cierta frecuencia en países como Venezuela, Brasil, México o Colombia, por decir solo algunos.
No sé si este hilo durará mucho abierto. Podría haberlo enfocado de una manera más general y haberme quedado en el debate inconcreto, sin caras y sin nombres... pero me parece que impacta más la crudeza de un hecho que lo aséptico de una estadística. Quizá el hilo queda un poco como "la gente de bart" pero con la diferencia de que esto es real.
Dejo unas imágenes