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La Guardia Civil ha hallado durante los registros efectuados en la operación contra miembros de los autodenominados Comités de Defensa de la República (CDR) de Cataluña una mezcla reactante empleada para desencadenar explosiones denominada termita, junto a otras sustancias utilizadas para la elaboración de artefactos. Según informan fuentes del caso, los agentes han descubierto precursores para la confección de sustancias explosivas, fórmulas y porcentajes para las mismas
En la operación, donde se ha incautado abundante material de telecomunicaciones, los agentes han aprehendido ordenadores y teléfonos móviles que tendrán que ser analizados en los próximos días para ampliar la investigación. Por el momento, han sido detenidas nueve personas a las que la Fiscalía de la Audiencia Nacional atribuye la comisión de delitos de rebelión, tenencia de explosivos y terrorismo por preparar acciones violentas "con finalidad secesionista".
La termita es una sustancia que se utiliza como precursor de explosivos que se elabora mezclando aluminio y óxido metálico, dos sustancias que se pueden adquirir fácilmente en España. Según las fuentes consultadas, disponían de documentos qué especificaban los porcentajes exactos de aluminio y óxido que debían juntar para que el material resultante estuviera en condiciones de detonar. Combinada con otras sustancias y en grandes cantidades, la termita puede alcanzar un alto poder destructivo. En los registros se ha encontrado un laboratorio improvisado en un almacén que los detenidos habrían utilizado para sintetizar el precursor sin levantar sospechas.
Además de esta sustancia, los investigadores sospechan que los arrestados trataban de elaborar artefactos de distinto tipo ya que disponían de la fórmula de la cloratita, uno de los explosivos que utilizaba la banda terrorista ETA. Se han hallado en las viviendas otras sustancias como ácido sulfúrico, parafina, gasolina y decapante, todos ellos empleados en distintos sistemas de deflagración
Los arrestados llevan meses bajo investigación, ante la sospecha de que estaban preparando acciones de carácter violento que incluían la colocación de explosivos. Según las fuentes consultadas, pretendían llevar a cabo sus planes entre el aniversario del 1 de octubre y la publicación de la sentencia del procés.
Los investigadores disponen intervenciones telefónicas en las que los implicados aparecen hablando de la sustancia explosiva y de la confección de artefactos. El operativo policial se ha precipitado ante el temor a que pudieran producirse víctimas personales. La Fiscalía ha concretado que los planes del grupo se encontraban en un punto muy avanzado que hacía temer "daños irreparables". La investigación se encuentra bajo secreto de sumario.