La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha certificado a Egipto como libre de malaria, un logro que la agencia de salud pública de la ONU ha calificado como "verdaderamente histórico".
La malaria, una enfermedad transmitida por mosquitos, ha sido una plaga en Egipto desde la antigüedad, pero gracias a los esfuerzos del gobierno y la población, el país ha logrado interrumpir la cadena de transmisión durante al menos tres años consecutivos.
La OMS ha elogiado a Egipto por sus esfuerzos para erradicar la enfermedad, que mata a al menos 600.000 personas cada año, principalmente en África.
Egipto es el tercer país de la región del Mediterráneo Oriental en obtener esta certificación, después de los Emiratos Árabes Unidos y Marruecos. A nivel global, 44 países y un territorio han alcanzado este hito.
Sin embargo, la OMS ha advertido que la certificación es solo el comienzo de una nueva fase y ha instado a Egipto a mantenerse alerta para preservar su estatus de país libre de malaria.