El iPad más caro del mundo incluye huesos de tiranosaurio
Quienes tengan una debilidad por los gadgets ostentosos y cuentan con el dinero para tenerlos saben quién es Stuart Hughes. Este hombre británico es el responsable de crear los aparatos más lujosos del planeta, como el celular más caro del mundo, pero quizás su mayor exceso hasta la fecha llega en la forma del iPad 2 Gold History Edition. No solo es aún más caro que el teléfono mencionado con un costo de 8,5 millones de dólares (15.000 millones de pesos), además está hecho de fósiles y huesos prehistóricos.
La parte de atrás del aparato está hecha de dos kilos de oro de 24 quilates y en el medio se distingue el logo de Apple gracias los 24 quilates de diamantes que lo componen. Esa cantidad de metal y piedra es de por sí es un lujo que podría causarles malestar a muchos en lugar de asombro (y dolor de espalda, porque este tablet pesa más que muchos portátiles modernos) pero el mayor exceso se encuentra en la parte de adelante del dispositivo.
El rostro de este iPad está hecho con 750 gramos de ammolita, una de las tres gemas del planeta que provienen de seres vivos y no de minerales, como las esmerarlas o los rubís. La ammolita tiene más de 75 millones de años y se origina en las conchas fosilizadas de animales prehistóricos llamados ammonites que se parecen a los moluscos con caparazón de la actualidad, como la langosta, los cangrejos y los caracoles de mar.
Para muchos este ingrediente exótico sería suficiente para rematar un gadget con este lujo, pero no para Stuart. Por eso este joyero británico llevó su pasión por lo más exclusivo al límite al usar huesos de dinosaurio para su creación. Junto con la ammolita, 57 gramos del fémur (el hueso del muslo) de un tiranosaurio rex componen el rostro del iPad y, para rematar, un diamante perfecto de 8,5 quilates reemplaza el humilde botón de inicio o ‘home’ y está rodeado con un borde de platino y 12 diamantes perfectos.
Se pude debatir si está bien usar como material de construcción para un iPad fósiles de seres extintos, pues pueden tener un valor enorme para la ciencia ya que no es que existan cementerios enteros con tiranosaurios muertos. Con semejante peso también se podrá discutir si este iPad tiene un verdadero uso para su dueño que no sea alardear sobre los lujos del tablet. De lo que no hay dudas, sin embargo, es que hay gente con el dinero y la ostentosidad suficiente gastarse sumas ridículas de dinero en aparatos cotidianos, como lo demostró el millonario australiano que compró un par de iPhone por 8 millones de dólares cada uno.
Quizás esas personas deberían seguir el ejemplo de Bill Gates cuando se trata de invertir su dinero en cosas que parecen absurdas.
CADA DIA EL EMPRESARIO CAPITALISTA ESTA MAS LOCO