Con toda Europa, y especialmente España mirando, Alexis Tripras ha dimitido de su cargo como primer ministro, convocando elecciones para el 20 de Septiembre.
Tsipras dimitió este jueves al asegurar que su mandato ha terminado tras pactar el tercer rescate con las instituciones y que ahora es el momento de que el pueblo griego decida mediante su voto si legitima su gestión.
Ante este evento, el ala más radical de Syriza se ha escindido y ha montado un nuevo partido: Unidad Popular. Entre las escisiones no se encuentra el nombre de Varoufakis, pese a las fuertes críticas y su previa dimisión durante las negociaciones con la Troika.
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Esta facción, que apuesta por la vuelta al dracma como moneda nacional y ha criticado duramente las negociaciones de Tsipras con los acreedores por su oposición a la implementación de nuevos ajustes, representa menos del 30% de los miembros de Syriza.
"Las elecciones que decidió provocar Alexis Tsipras tienen lugar para enterrar el 'no' del referéndum, las luchas del pueblo contra los memorandos y su esperanza", ha señalado el grupo en un comunicado.
Por supuesto, no ha faltado tiempo para que el PP y el PSOE tachen este movimiento como un "fracaso del populismo", y para que Podemos lo califique como un "ejercicio de responsabilidad".