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Vamos a ver, que un funcionario cobre del Estado no implica de ninguna manera que una disminución de los impuestos conlleve una bajada en su salario. Es una asunción falsa, lo mires por donde lo mires. Como te han mostrado hay un montón más de gastos susceptibles de ser disminuidos, y, a parte, habría que tener en cuenta incluso aunque tuviera una bajada de salario como quedaría su poder adquisitivo ya que la bajada de impuestos también podría afectarle de manera positiva.
Todo este desvío que inicias parece ser algo que tú mismo criticas en un post en la página anterior. No sé dónde pretendes llegar pero tampoco creo que estés en lo cierto y además creo que no sabes muy bien de lo que hablas porque con unas nociones básicas de lo que es la contabilidad nacional sabrías que la seguridad social, es decir, las pensiones, va por un lado independiente del resto del Estado, es una cuenta aparte. Empezando por el final de tu locución lógica hablar de de que unos supuestos recortes van a acabar con la tarta de las pensiones es hablar desde la ingenuidad: las pensiones ya son una entelequia, una declaración de intenciones fruto de la creencia iusnaturalista de que todos los seres humanos tenemos una serie de derechos por le mero de nacer, que olvida las más elementales matemáticas. Pero además es que las pensiones ni siquiera se "mantienen" porque los políticos crean en ese concepto iusnaturalista, sino por el simple hecho que los pensionistas puede que sean posiblemente la masa de votantes más importante del país, y cualquier movimiento en contra de sus intereses será castigado con dureza en las urnas. Tampoco lo critico más allá de quienes lo defienden desde un punto de vista ético o moral y no la simple dialéctica.
Dónde nos deja eso? Que precisamente la imposibilidad de solucionar el déficit estructural de las pensiones ocasiona déficits o "recortes" en esos otros ámbitos a los que haces referencia. Aún así los recortes a los que haces referencia me imagino que sean los que resultaron tras la crisis del 2007 y curiosamente esos recortes fueron muy inferiores a la disminución de los ingresos del Estado. Fruto de esa incapacidad de los diferentes Gobiernos para cuadrar las cuentas tenemos esta bonita deuda que ocupa ya una parte bastante importante en los presupuestos del Estado y que provoca que esas partidas y otras más, educación y sanidad, vean disminuido el dinero que el Estado puede dedicar a ellas.
Hablas de la Sanidad, Educación, ahora mismo el Estado tiene bastante poquito margen de maniobra y parece que sólo le queda seguir depredándose a sí mismo. Los impuestos no paran de subir y sin embargo ni pensiones, ni educación ni sanidad tienen perspectiva de mejorar. Osea, bajarlos perjudicará esos ámbitos pero subirlos no lo mejora. Curiosa asimetría. Letal. En resumen, no sólo lo veo bien desde el punta vista ético, lo de pirarse a otro lao, sino que es absurdo pensar que con las medidas que va tomando el Estado desde hace una década esto no vaya acrecentarse.
El resultado? Tenemos un futuro pavoroso.