El joven acusado siempre ha afirmado que solo quiso auxiliar a la víctima y recuperar lo que le habían sustraído a la mujer y que solo se defendió cuando la víctima le agredió, ya que tenía "pánico" porque había visto como habían pateado a la mujer en el suelo.
Esto es lo que dice él, y ya sabemos que todos los acusados tienen derecho a mentir. No me parece relevante. Lo que sí que me parece relevante es esto:
Según la sentencia, el acusado le propinó dos puñetazos al delincuente y le provocó una caída al suelo y un traumatismo craneoencefálico con hemorragia cerebral que le causó la muerte dos días más tarde.
Durante el recurso la defensa incidió, al igual que en el juicio, que fue un golpe que tuvo unas consecuencias impredecibles, y que en una persona sin los antecedentes de alcoholismo y drogadicción como los de la víctima no hubieran tenido esas "trágicas, fatales e indeseadas consecuencias".
Vamos, que la "víctima" era un drogata con una salud de pena, y que el acusado no tenía ninguna intención de matarlo porque era imposible que conociera el estado de salud del otro y el ataque que propinó en una persona sana no hubiera causado muerte.
Vamos, que está claro que aquí el "matar a alguien" es muy relativo.