Los que habláis de unga unga porque no os gusta el fútbol sois un poco cerrados de mente y cortos de miras.
No me voy a poner a escribir disertaciones sobre el valor artístico del fútbol (o el baloncesto, el baseball o el tenis) porque tampoco lo vais a leer ni querer entender, vamos a resumirlo en que la clave es la forma de experimentar el fútbol como espectador y el rango de emociones que despierta y su dimensión social.
Pero yo lo que estaba comentando es que si alguien habla en primera persona de plural cuando gana su equipo no es porque se incluya a sí mismo en el grupo de jugadores, sino porque se incluye a sí mismo en el grupo social que abarca a todos los seguidores del equipo y trabajadores del club desde el utillero al presidente del club pasando por la estrella del equipo, la taquillera, el señor que lleva 70 años de socio o el niño que llora en la grada cuando pierden.