Pasa como con todos los cambios de normas.
Los que se quejaron desde el principio era porque se las habían leido, el resto de gente tiene que aprender a ostias.
Ahi comienza un proceso en el que los que se mantienen oponiendose son enmierdados, hasta que llega a un crescendo en el que de pronto empieza a bajar poco a poco; y eso viene de que en grado creciente hay cada vez más gente que lo va sufriendo.
Los primeros sufridores son los más jodidos, se llevaron catea sorpresa y si abrian la boca eran enmierdados.
A partir de ahi poco a poco cuando te comias premio al menos ibas más o menos bajo aviso, aunque no te lo creias del todo.
Cuando crece la bola de los que lo han sufrido y han tenido amistades que lo han sufrido, la percepción empieza a cambiar.
Se acaba el me tengo que callar, empieza la contraargumentación pública y empieza todo a tambalearse. Llega un punto en el que ni el dinero ni la tele es suficiente para detener nada.
Y al fin, 15 años después y con un montón de muertos por el camino, los políticos calculan que sacarán más votos si se cambian de chaqueta y se hace algo de una puta vez.