Monedas de uno y dos euros. AP
La Oficina Federal de Investigación Criminal (BKA) detuvo el miércoles a seis personas implicadas en la estafa, en la que al parecer han participado empleados del Bundesbank y personal de la compañía aérea Lufthansa, según revela este jueves el rotativo Bild. La policía, que cree que la red estaba integrada por unas 25 personas, practicó numerosos registros en viviendas y oficinas de la región del Rin-Meno, en los alrededores de Fráncfort.
La estafa se aprovechaba del hecho de que el Bundesbank retiraba de la circulación monedas de uno y dos euros en mal estado, las desmontaba, para separar el aro exterior del núcleo interior, y vendía la chatarra resultante para su reciclado. Esas monedas desechadas suponen varias toneladas al año. Y ahí empezaba el fraude. La chatarra era comprada por una banda organizada que enviaba el material a China, donde las monedas se volvían a montar y se preparaban para enviarlas de nuevo a Alemania, en paquetes que no superaban los 10.000 euros, el máximo para no declararlo en las aduanas germanas.
Correo y cambio de billetes
En el proceso, revela Bild, colaboraban empleados de cabina de Lufhtansa, que hacían de correos para el transporte de las monedas, y trabajadores del Bundesbank, que facilitaban el cambio de las monedas por billete.
La investigación de la red se inició en el 2010 cuando funcionarios de aduanas alemanes en el aeropuerto internacional de Fráncfort observaron a una azafata de Lufthansa que tenía dificultades para manipular su equipaje de cabina. Al inspeccionar la maleta, los agentes comprobaron que estaba llena de monedas de uno y dos euros.
Los sospechosos han sido acusados, entre otros, cargos, de "poner en circulación dinero falso", dado que las monedas habían perdido su legalidad en el momento en que fueron desmontadas por el Bundesbank, según ha informado la fiscala superior de Fráncfort, Doris Möller-Scheu.