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sí, el feminismo quiere alcanzar la igualdad. Pero considera que es la mujer quien tiene que alcanzarla. Decir que el feminismo busca la igualdad no es incorrecto pero es una frase poco útil, pues parece vender la idea de que los hombres también están en desigualdad. Y ya sé que pensáis que estamos en desigualdad, pero lo que más gracia me hace es que si el feminismo llegase a triunfar, todos esos supuestos escenarios en los que el hombre está (según vosotros) discriminado, simplemente desaparecerían. Porque son consecuencia de lo que el feminismo está combatiendo.
Cuando leo este tipo de patrañas repetidas por la ola de zombis "feministas" me arde la sangre por dentro por cómo este lavado de cerebro ha calado tan dentro de las cabezas de la masa, llegándose a hacer taaan mainstream (y por lo tanto, apartada del libre pensamiento crítico del que los defensores del movimiento se creen portadores).
El feminismo no busca alcanzar la igualdad, sino solamente conquistar terrenos que tradicionalmente se han asociado a los hombres. Y lo ha hecho así siempre.
Si miramos atrás a la primera ola, aquella inspirada por los estudios de Engels sobre la opresión en el contexto de la familia en la época victoriana, sus reivindicaciones principales eran su participación en la vida pública y el sufragio. Ese campo fue conquistado y, sin embargo, quedaron exentas de la llamada a filas generalizada de la que sí eran sujetos los hombres. En definitiva, se conquistó el derecho a participar en las decisiones de estado sin el deber de defenderlo. Igualdad, claro.
Quizás las reivindicaciones de la segunda ola fuera más lúcidas. Por cuestiones biológicas los derechos sobre sexualidad y reproducción están más que justificados. Pero por otro lado, la conquista de derechos laborales dignos deben ser objeto de persecución de cualquiera indiferentemente. Cabe mencionar que el acceso a la mujer al mundo laboral no sucedió en la dirección de la igualdad. Pocas mujeres verías aspirando a trabajos duros, mal pagados o poco prestigiosos como pocera, minera, pero sí arquitectas, médicas, juezas, abogadas... Igualdad.
Pero si avanzamos hacia el "feminismo" actual, sus carencias ideológicas afloran a la superficie con extasiante facilidad. En los países occidentales vivimos en una sociedad del bienestar, donde existe un capitalismo bien asentado y del que todos somos cómplices, sufridores, y beneficiarios. Entonces el enemigo deja de ser el capitalismo y pasa a ser el patriarcado, porque claro, para mantener el chiringuito había que buscar un hombre de paja al que echar la culpa de las desgracias de las mujeres.
Se busca un término etimológicamente asociado al hombre, y se le tilda automáticamente de algo MALO per sé, pero no se analizan las razones por las que vivimos en un sistema así, ignorando sus orígenes antropolígicos y de sus bases en la biología evolutiva. Y como los hechos que tumban toda la teoría sobre la que se apoya el despropósito del feminismo, llegamos a la idea de que los roles sociales de "género" son imposiciones del aprendizaje social (la aberración de que el género es un constructo social). La idea más importante es asociar el poder y opresión como acciones ejercidas por el hombre (y por todos los hombres) hacia la mujer, independientemente de la posición social de los individuos.
Y por otro lado está el machismo, que pasa a ser la criminalización por excelencia del hombre como cómplice y ejecutor del patriarcado. Se ha pervertido el significado original del sexismo, pasando de lo que antes podía entenderse simplemente como la actitud de superioridad del hombre hacia la mujer, hacia un criterio moral abyecto, perverso y del que buscando las vueltas nadie puede escapar (especialmente los propios feministas). Actualmente pocas personas se consideran superiores por ser hombres (aunque seres patéticos que sí lo creen existen), pero a todo el mundo se le pueden atribuir actitudes macistas.
Lo más cojonudo del "feminismo" es que es machista aplicando su propia vara de medir. Por un lado parte de un victimismo lamentable, especialmente en países occidentales civilizados donde todos los derechos han sido conquistados, lo que es una actitud paternalista y sobreprotectora con la mujer. Por otro, con respecto a la violencia de género, atribuye a la mujer las características de un ser indefenso, dependiente y emocionalmente frágil: la definición pura de machismo.
Podría seguir, pero me he cansado. Finalmente, les ahorraré a los defensores de esta podredumbre intelectual tildarme de mainsplainer (acusación de machista sin atender a razones para evitar el debate) por contar todo esto, y que salgan con la fotito del "white male tears" (apelación a la ridiculización de las expectativas machistas que tanto intentáis erradicar).