El tema es bien sencillo: Hay una estatua dedicada a Ana Frank frente al museo Caraffa (por detrás de la Plaza de España) en Córdoba (Argentina), y en la exaltación violenta de una manifestación, unos energúmenos usaron una especie de soga para arrancar la cabeza de la estatua. La DAIA (Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas) ha pedido disculpas por el despropósito ocasionado por el artista arquitecto Isaac Nahmias, y él se ha excusado en el poco tiempo y la presión con la que tuvo que trabajar para restaurar dicha cabeza.
Se ha hecho incapié en la necesidad de llamar al autor original, Carlos Belveder, para que arregle el desastre que bien recuerda al Ecce Homo de Cecilia. Por si no lo he dicho, la confusión se debe a que el que construyó la mayor parte de la estatua fué Isaac, pero quien hizo la cabeza fué Belveder, y como a la DEIA le constaba el primero, pues fue de quien tiraron, erróneamente.
Daia se disculpa por reparación de la estatua de Ana Frank
Polémica por la restauración de un monumento de Ana Frank
Polémica restauración de una estatua de Ana Frank