(C&P parcial de Libremercado.com)
España será uno de los países europeos que más sufra si, finalmente, se confirma el embargo europeo al petróleo iraní. Hace meses que Europa, EEUU y algunos países asiáticos podrían haber acordado reducir su consumo de petróleo iraní, como medida de castigo ante la situación de tensión actual. Esta medida se ha materializado esta semana con el acuerdo de la UE para aplicar un embargo al crudo iraní a partir del próximo 1 de Julio en el caso de que Mahmud Ahmadineyad no retroceda en su proyecto nuclear.
Grecia, Italia y España compran a Irán, aproximadamente, el 15% del petróleo que consumen. De hecho, el Gobierno heleno está siendo uno de los más activos en la búsqueda de un aplazamiento del embargo, puesto que es uno de los principales compradores de crudo iraní y, además, recibe buenas condiciones de pago por parte de Teherán.
En el caso de España, la situación también es preocupante. Como explica en su web Manuel Fernández Ordóñez, colaborador de Libre Mercado, nuestro país consume más de 62 millones de toneladas de petróleo cada año, que aportan el 47,3% del total de la energía. Prácticamente, todo este petróleo es foráneo, puesto que la producción nacional apenas suma unas pocas cientos de miles de toneladas.
Del total de importación de crudo, un 16% aproximadamente llega de Rusia, seguido del 15% desde Irán y algo meno de Arabia Saudí. Tanto si hay embargo a Teherán como si Ahmadineyad impone un bloqueo del estrecho de Ormuz, es previsible que los precios del petróleo se disparen, algo peligroso para cualquier país pero aún más para los dependientes del crudo iraní.
En términos económicos, esos 62,4 millones de toneladas corresponden a algo más de 450 millones de barriles. Nunca se sabe cómo evolucionará el mercado, pero podemos suponer una subida en el entorno del 20%, algo nada extraño en un contexto de conflicto internacional como éste. El gráfico inferior refleja la evolución del precio del petróleo desde 2006, y puede verse el pico de 140 dólares en la primavera de 2008.
En estos momentos, el barril de brent ronda los 89 euros (unos 113 dólares). Con una subida del 20% se situaría en el entorno de los 105-106 euros (aunque aquí también tendría mucha importancia cómo evolucionase el dólar, que es la moneda de referencia en el mercado de petróleo).
Haciendo una cuenta rápida, un incremento de 18 euros el barril supondría un peso añadido de unos 8.000 millones para la economía española. Y no parece el mejor momento para que eso ocurra. De hecho, algunos informes van más allá, situando el precio de crudo en el entorno de los 200 dólares por barril (155 euros), lo cual arrojaría una potencial factura energética de casi 30.000 millones de euros extra.