A Fidel hay que reconocerle que fue capaz de convertir a Cuba en algo diferente a ser el casino y puticlub de USA, con una Sanidad y Educación que ya querrían muchos países de su entorno.
El error es el de siempre en estos casos, querer subsistir en el poder durante más de 50 años, y no dar al pueblo cubano la oportunidad de dirigir su camino, aunque sea para equivocarse.
Ahora se encargarán de explicarnos lo mal que está Cuba por el comunismo, los compararán con los países europeos, y no hablarán sobre los países que tiene a su alrededor, como la democracia haitiana, hondureña, nicaragüense... o de que tiene las Bahamas a su derecha y las Caimán a su izquierda. O del bloqueo ilegal.
Igual que lo poco que se habló en su día sobre la ideología de Mandela y el partido comunista sudafricano, o su pasado guerrillero.