<B>"Zorra inmigrante de mierda"[/b]
"Zorra inmigrante de mierda". "Yo he matado al moro". "Yo le corté la yugular a Mohamed". "No sé para que vienen estos inmigrantes de mierda". "Una zorra a la que tengo ganas de...". Esas son algunas de las frases que Sergi Xavier Martín profirió la noche del 7 de octubre. Unas, mientras hablaba por teléfono, y otras, dirigidas directamente contra la menor ecuatoriana a la que también le propinó una patada en la cara.
Los insultos están recogidos en las declaraciones, a las que ha tenido acceso EL PAÍS, prestadas el pasado jueves en el Juzgado de Sant Boi de Llobregat (Barcelona) por la víctima y por el testigo de los hechos, grabados en una cámara de seguridad de Ferrocarrils de la Generalitat. El juez imputa a Martín un delito de trato degradante con el agravante de xenofobia, pero considera que los hechos no son tan graves como para encarcelarlo.
Las frases insultantes y racistas relatadas por la víctima fueron ratificadas por otra persona que viajaba en el tren y que aparece en el DVD. El hombre, de nacionalidad argentina, declara en el juzgado que poco antes de abandonar el tren, Martín se dirigió a él "manifestándole que todos los inmigrantes debían estar muertos, entendiendo el declarante que esa referencia también le incluía a él".
El testigo también explica al juez que después de bajar del tren, Martín "se dirige desde el andén a la ventana donde está la chica y golpea el cristal, para amedrentarla, al tiempo que decía algo a la chica que él no pudo escuchar". Confiesa que "sintió miedo de salir mal parado si intervenía en la situación que se estaba produciendo". Y añade que "pensó que podía sacar una navaja y lesionarlo". Aquello no fue un hecho aislado, insiste el testigo, sino que "que es habitual encontrarse a este tipo de personas en estaciones de Ferrocarrils de la Generalitat".
Las actuaciones judiciales también relatan otro hecho inédito hasta ahora, como es que en el vagón donde se produjo la agresión había más viajeros. No aparecen en el DVD, pero estaban. También en el vagón contiguo. El número no lo concretan las diligencias judiciales pero sí se afirma que no hicieron nada.
Frente a la tesis del fiscal y del abogado de la acusación, la defensa considera que los hechos no son más que una falta de malos tratos y otra de injurias. La declaración de su cliente ante el juez explica que aquel día, 7 de octubre, había bebido 12 o 13 cervezas, varios cubatas y tres o cuatro pastillas de éxtasis. De ahí que no recordase nada, ni siquiera que hablaba por el móvil, a diferencia de lo que le ha sucedido otras muchas veces, en que "se ha ido de fiesta con sus amigos y siempre se acuerda de lo que ha hecho, incluso de cosas de hace cinco años", precisa la declaración.
En otro momento, Martín explica que si no fuese porque aparece en el DVD negaría que hubiera protagonizado la agresión y añade "que no es racista, que no tiene problemas con los inmigrantes" y que tanto es así que "en ocasiones duerme en casa con un amigo magrebí". Para acabar de cerrar el círculo de la exculpación, asegura que "siente vergüenza cuando ve las imágenes" y que "si tuviera la oportunidad le diría a la víctima lo arrepentido que está".
En otro apartado de su declaración, el testigo relata al juez que, después de que Martín se apease del tren, la chica "estuvo llorando durante unas paradas".
En ese intervalo, la joven llamó a la Guardia Civil y no hizo caso a los agentes para que se apease en la estación de Quatre Camins. Lo hizo en la de Sant Andreu de la Barca, donde la estaban esperando los agentes. Les relató lo ocurrido y les explicó que no quería denunciar, pero la Guardia Civil pidió el DVD a la empresa ferroviaria, encontró al acusado y redactó un atestado policial que acabó en la mesa del juez de guardia.
Por otra parte, el Consejo Audiovisual de Cataluña recordó hoy a los medios de comunicación su recomendación de preservar la privacidad de los menores víctimas de agresiones y evitar su acoso por cámaras y micrófonos. También el Colegio de Periodistas de Cataluña y la Asociación de la Prensa de Madrid mostraron ayer su repulsa por "el excesivo protagonismo" que está teniendo en los medios el autor de la "salvaje agresión". La víctima de este caso entró a declarar a los juzgados por la puerta principal de edificio, a diferencia del acusado y el testigo, que lo hicieron por el aparcamiento subterráneo para huir de los focos.
(...)