Una bacteria ha logrado mantenerse viva durante más de medio millón de años bajo el hielo, gracias a un mecanismo biológico que le ha permitido reparar su ADN durante todo este tiempo. Nunca antes se había encontrado un organismo activo con semejante antigüedad y su descubrimiento abre la puerta a nuevas posibilidades de que haya vida en planetas como Marte, en condiciones igualmente extremas, a la mejor comprensión del envejecimiento celular o a la búsqueda de nuevas vías para conservar ADN de especies en extinción.
El descubrimiento, publicado ayer en la revista Proceedings of the National Academy of Science (PNAS), fue realizado en muestras de permafrost (como se denomina la superficie que siempre permanece congelada) conseguidas en Siberia, Canadá y la Antártida por un grupo de científicos dirigidos por Eske Willerslev, de la Universidad de Copenhague.
No era la primera vez que se intentaba encontrar materia viva del pasado remoto que se mantuviera en letargo, pero los fragmentos de ADN que se habían localizado eran demasiado pequeños dado que cuando las células mueren, se dividen. Sin embargo, este grupo logró aislar gran cantidad ADN de una 'Actinobacteria' cuyas células seguían activas. "Hemos encontrado un método que hace posible la extracción y aislamiento de restos de ADN de células activas. Esto da una mayor precisión a la imagen de la vida del pasado y la evolución hasta el presente ya que nos centramos en células que aún tienen una función metabólica, y no de células muertas cuya función ha cesado", argumenta Willerslev en un comunicado. Para que no hubiera riesgo de contaminación, su equipo contrastó los resultados en tres laboratorios distintos.
De momento, los científicos no han averiguado cómo funciona el mecanismo de la continua reparación genética del microorganismo, pero creen que las células sobrevivieron comiendo nutrientes como el nitrógeno o el fosfato, atrapados en el permafrost.
Una vez que habían aislado y replicado el ADN de la bacteria, lo compararon con los que había en un banco genético internacional, con sede en Estados Unidos, donde se almacena material antiguo, y así pudieron situar a su bacteria en un contexto más exacto.
"Aún queda un largo camino de trabajo, pero confío en que nuestro método ayude a comprender por qué algunas células llegan a vivir tanto. Es interesante ver cómo se restauran y se conservan. Además, puede servir para averiguar si alguna vez hubo vida en Marte tal como la entendemos en la Tierra porque allí la temperatura es más fría y estable, con lo cual el entorno aún es un mejor para este tipo de vida", asegura el científico. "Hasta ahora sabíamos que era necesario comer para vivir, pero no cuánto se podía estar vivo", añade.
Evolución circular
Willerslev también cree que el hallazgo da un giro a la teoría de la evolución de Darwin, quien dijo que la vida nunca retornará al mismo nivel genético. "Nuestros descubrimientos nos permiten plantear si estamos inmersos en una evolución circular donde el desarrollo muerde su propia cola cuando en ADN antiguo se mezcla con el nuevo", afirma el científico.
Para Isabel Rey, conservadora de ADN en el Museo de Ciencias Naturales (CSIC), se trata de un hallazgo excepcional. "Es realmente importante hallar una bacteria con tanto ADN que está viva de hace 500.000 años. Habrá que completar estos estudios y si se confirman puede convertirse en un importante instrumento para la biología molecular". La investigadora cree que puede ser útil para recuperar ADN y conservarlo durante cientos de miles de años.
http://www.elmundo.es/elmundo/2007/08/29/ciencia/1188371943.html
Las bacterias siempre me sorprenderán