#1
Hola que tal.
Pues si a ti se te subieron a la pierna, hace tres veranos una hizo un recorrido turístico por mi pecho, al cual no sobrevivió.
Yo soy de armas tomar, me explico;
Hace tres veranos pues al empezar esa época estival, lo típico del verano ves una en el pasillo, alguna en el baño, lo normal.
Hasta que empece a toparme con mas cantidad de esos indeseables "amigos" y empece a preocuparme mas.
Hasta que esa fatidica noche en la que me la encontre a 5 cm de mi cara :S. Recibio un manotazo que la lanzo contra la pared, me levante y con el zapato la deje mas plana que un papel.
Me levante de la cama raudo y veloz, encendí la luz lo mas rapidamente que pude. Cogí el anticucarachas que tenia encima de la mesita de noche cual arma dispuesta a dar servicio a su amo.
Mi corazón latía rapidamente y mis sentidos alertagados empezaron a despertarse. Con una rápida ojeada divise a lo lejos dos figuritas negras corriendo como alma lleva el diablo hacia la estantería negra que tenia enfrente de mi cama.
Así con mi mano derecha la zapatilla y con la izquierda el anticucarachas. Una rabia intensa invadió mi cuerpo, eran las 3 de la mañana y habían despertado a la bestia xD, me dije a mis adentros ; es hora de ir de caza.
Lo que no sabia era que esa simple acción iba a desembocar en la mayor guerra de la historia mundial cucarachil.
Me acerque atentamente a la estantería, vista la estrategia del enemigo decidí utilizar guerra quimica por lo que hice uso del anticucarachas, que para abreviar llamaremos ACC. Rocié a conciencia la zona hasta que el producto hizo salir de su escondite a esas "comadrejas" . Fui rápido y con dos golpes de muñeca acabe rapidamente con su insulsas vidas. Me extraño una cosa y es que en vez de tirar por el suelo intentaron en un alarde de valentía cucarachil ir al techo cosa que me descoloco ya que en esa zona son mas vulnerables.
En el ambiente se respiraba el olor a ACC como el típico olor del Napalm y aun notaba las gotas del producto cayendo en el ambiente rozando mi piel cual lluvia acida. Las vísceras aun calientes de mis victimas en mi zapatilla me hacían darme una idea de lo bien que había ido la inesperada caza nocturna y del éxito al extirpar esas cucarachas sin papeles de la República independiente de mi casa. Me dirigí directamente al baño que estaba mas cerca.
Mi sentido arácnido salto de repente, escuchaba algo, como muchas patitas moviéndose al unisono. Agudice mi oído en el silencio de la noche y mi cerebro identifico que provenían del vestidor.
Cogí de nuevo el ACC y me puse en guardia. Me percate de que había un agujerito en el extremo alto del vestidor, entonces mi instinto me hizo echar todo el hálito del ACC en esa gruta oscura y siniestra. El resultado fue la mayor pelea campal domestica entre unos insectos invasores y yo.
Empezaron a salir en oleadas de tres en tres, de echo algunos me atacaron, pero me zafe de sus ataques habilidosamente. Mis golpes eran rápidos y hacia uso de la zapatilla y el ACC de manera certera pero llegado un punto empezaron a salir continuamente. Me empece a quedar sin ACC.
Mi zapatilla en la mano chorreaba vísceras y fluidos sin identificar. Pero defendía mi hogar y no podia flaquear. Uno me ataco por el suelo y probo mi zapatilla en el pie que ya resbalaba de tantas muertes en su haber, mientras el ACC exhalaba su ultimo ataque.
Vi que me estaban rodeando y mi eficacia estaba siendo comprometida por falta de veneno. Utilice el bote aun impoluto como arma contundente ensuciado solo por el rezumado en su boquilla de los restos del veneno que habia expulsado diligentemente. Hice varias bajas y ensucie el bote con fluidos de los innombrables ya como marca natural de todas mis armas.
Mate a soldados, al apuntador, papa pitufo, mama pitufo y a todos lo chiquitines. Fue lo mas parecido a un armagedón cucarachil. No deje que se me escapara ninguno y a los cobardes los deje enterrados en vida en el vestidor no si antes dejarle en compañía de mi mejor sirviente; una buena nube de ACC jajajajajaja 
.
Mientras algun cobarde correteaba dentro yo descargaba el otro ACC dentro con ahinco, una ligera sonrisa recorria mi boca mientras cada vez escuchaba menos ruiditos de patitas. La abertura babeaba veneno y una neblina de veneno recorría mi habitación como una niebla maldita.
Me dispuse a coger el pegamento y la pieza que me faltaba para sellar esa abertura del averno. Los fluidos y restos de cadáveres adornaban el suelo y paredes de mi habitación como lúgubres y tenebrosos recuerdos de la batalla librada allí.
Con la pieza de madera y el pegamento aun en mis manos salio del agujero la cucaracha mas grande que jamas vi, era su avatar. Me miro fijamente y nos retamos. Hizo un movimiento rápido hacia la derecha, yo le tire la pieza de madera que esquivo con destreza. Me agache, cogi mi resbaladizo zapato e intente estamparla y hacerla caer en barrena pero era rápida muy rápida.
Se me escapaba e intente hacer un intento desesperado, le lance el zapato y con un salto lo esquivo. No tenia nada mas que el pegamento blanco de madera en la mano y en un ataque desesperado le tire pegamento que lo esquivo pero le cayo algo en la patas. Vi que eso la ralentizo lo suficiente, yo estaba dispuesto a que no se me escapara. Di un salto y cogi la zapatilla y con un grito y todo mi ira descargue mi furia sobre ella....
Recibió el mayor impacto que ha recibido una cucaracha por una zapatilla en toda la existencia de las zapatillas, creo que hasta Newton le dolió la cabeza del impacto. Los fluidos salieron disparados por todas partes y su cuerpo se desmembró dejando partes del infeliz a varios centímetros del lugar.
Separe la zapatilla lentamente y la cucaracha cayo hacia el suelo. El ultimo valiente cayo y recibió un enterramiento acorde, fue cremado en la chimenea puesto a ese fin, el resto pasaron al mundo acuático de mi vater. Por último los cobardes que no salieron murieron asfixiados o por inhanición dentro del vestidor. Los enterré vivos al sellar la única salida de escape. Un final infame a los que rehusaron entablar batalla.
Una vez limpia la habitación deje el último vestigio del ultimo guerrero que me planto cara en la batalla y es una pata del mismo que quedo pegada en la pared. Aun queda restos de los fluidos como advertencia incrustados en la madera.
Al final del recuento de victimas fueron unos 50 individuos entre grandes y chicos. Al final asegure la zona y la bestia volvió a descansar.
Hace tres años que ya no tengo mas plagas y me da la impresión que necesitas una batalla épica para poner los puntos sobre las ies xDDD.
Un saludo.
.
