La grabación recoge la charla entre Hitler y el mando alemán en Finlandia, Gustaf Mannerheim. El ingeniero de sonido Thor Damen debía grabar la felicitación del Führer al militar por su 75º cumpleaños, pero grabó todo lo que pudo, más allá de la propia felicitación. Al final el registro se interrumpe de repente, probablemente porque se dieron cuenta de que Damen seguía grabando la conversación y le ordenaron parar.
Se trata de una grabación curiosa, ya que siempre hemos escuchado a bigotillo a punto del ataque epiléptico ante las masas alemanas.