"Trapped, poisoned, and even machine-gunned... the emu is a tough adversary for Western Australia's farmers.
Hoy es un día para la historia. Se cumplen 91 años del comienzo de una de las guerras más singulares de la era contemporanea.
Tras la primera guerra mundial, numerosos veteranos de guerra colonizaron las vastas tierras áridas de Australia y las convirtieron, a base de instalar sistemas de riego y darle al legón, en campos donde cultivar el trigo y poder ganarse el pan.
Gracias a este cambio en el ecosistema local, lo que antes era una ruta migratoria para decenas de miles de Emús (una especie de avestruz australiana), pasó a convertirse en un hábitat suculento por la cantidad de comida y agua que podían encontrar allí.
Tras una guerra mundial y el desplome de los precios del trigo dada la crisis de 1929, los agricultores australianos veían ahora como numerosos grupos de emús destrozaban sus cosechas, rompían sus alambradas (desprotegiendo los cultivos de roedores y depredadores de ganado menor) y les jodían la vida.
Cansados de la situación acudieron al ministro de guerra australiano y este acordó con ellos utilizar fuerza militar para repeler al invasor emú siempre que los campesinos dieran alojamiento a los soldados y pagaran el coste de la munición empleada.
Tras un primer intento de incursión fallido por la lluvia, el 2 de noviembre de 1932 dio comienzo La Gran Guerra del Emú.
Los militares corrían detrás de las aves pero eran demasiado rápidas para darles caza incluso a lomos de vehículos motorizados. No caían en las trampas porque se dispersaban rápidamente...
Pronto los militares más experimentados se dieron cuenta de que cada grupo de emús estaba liderado por un individuo grande, negro y fuerte que montaba guardia y avisaba a sus camaradas alados si veía peligro.
Los militares australianos comenzaron a delirar con el tema de los emús creyendo pensar que los pájaros tenían una capacidad estratégica para la guerra superior.
Días después del comienzo de la guerra apenas se habían abatido 50 aves, pero se habían disparado unos 2500 cartuchos de munición. Los costes de la refriega, que debían ser sufragados por los campesinos, les hicieron llegar a la conclusión de que no valía la pena cazarlos si les iba a salir más cara la solución que el problema.
El 10 de noviembre se retiraron las tropas.
El 12 de noviembre ya volvieron a detectarse emús haciendo de las suyas por la zona.
El ejercito australiano se lo tomó como algo personal y volvieron a la carga, exterminando esta vez a cerca de un millar de ejemplares.
Esta ultima maniobra sirvió para que se salvara algo del trigo que quedaba pero no puso punto y final a este problema en absoluto.
La prensa se hizo eco de este suceso y simpatizó con los animales dando una terrible imagen internacional a Australia por lo que se vieron presionados a retirar las tropas y dejar en paz a los aniquiladores de cosechas.
La Gran Guerra del Emú quedó para la historia como una derrota de la artillería australiana a manos de 20000 emús salvajes.
Hoy en día el emú está protegido por la ley y se han instalado grandes vallas para proteger los cultivos de su amenaza.
Tened cuidado si plantáis un sembrado de trigo en el campo. Es muy posible que haya un emú acechando para joderos la cosecha, conquistar vuestras tierras y ganar el favor de la comunidad internacional para obtener inmunidad diplomática.
Como datos curiosos:
-Existen varios videojuegos sobre el tema. En steam tenéis unos cuantos por un par de euros.
-Podéis encontrar varias películas y cortos al respecto. La mayoría son comedias.
