Si necesitan agua de nuestro cerebro para vivir, son realmente estúpidos por aniquilar un tercio de la población mundial. Lo sostenible para la supervivencia de su especie sería chuparnos un poquito cada día para que ese líquido cefalorraquídeo se fuera regenerando día tras día y hubiese pa siempre. Harían granjas de humanos. Cruzarían sus mascotas con las de la tierra para adaptarlas al entorno, lo mismo con humanos dando lugar a híbridos que serían los parias de la sociedad por su deformidad.
Mientras la mayoría de la población es succionada, un grupo de rebeldes viviseccionaría a tantos especímenes como pudieran, conociendo puntos débiles para poder atacarlos. También sería interesante conocer la tecnología aerospacial que los ha permitido venir hasta aquí, en qué condiciones está su planeta, qué otros planetas similares a la tierra conocen etc.
La manera de acabar con un grupo de seres inteligentes es enfrentarlos entre ellos, manipulando a los más débiles con información falsa, con los años saldrían movimientos anticonsumo de humanos, antimaltrato humano, alienígenas decepcionados de la vida preferirían estar con sus mascotas humanoides antes que con alienígenas, y así, entretenidos con tonterías, daríamos el golpe ayudados por los típicos traidores que se motivan por un mundo mejor.
Todo saldrá mal, morirían alienígenas y humanos, quedando solo los híbridos y las nuevas mascotas.
Los alienígenas en su planeta origen no vendrían porque las órbitas ya no presentarán un viaje fácil, tendrán que esperar miles de años para que vuelvan a confluir. Esta fecha o acontecimiento quedará reflejado en una gran obra de imposible construcción por terrícolas.
Mientras, en la tierra reinará la confusión tras el apocalipsis. Los listos del momento someterán a la buena gente por un estado de bienestar. Por no inquietar a las futuras generaciones, reescribirán la Historia borrando cualquier referencia sobre los visitantes a los que se aludiría mediante leyendas y parábolas, y tal y cual.