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Los argumentos lógicos a favor de la existencia de Dios suelen ser tres, y son los empleados por los deístas y teólogos escolásticos (San Agustín, San Anselmo, Santo Tomás de Aquino, etc):
- Ontológico: Dios es tan perfecto que ha de existir, porque si no existe no es perfecto. Es también conocido como de San Anselmo o de Descartes
- Cosmológico: ha de haber alguien que ha originado todo que a su vez no tenga otro algo que lo origine. Es también conocido como argumento del primer motor, de Aristóteles.
- Teleológico: todo lo complejo ha de ser fruto de un diseño, por lo tanto ha de haber un diseñador. Es el que muestras en ese texto, y en el que se basa la teoría del Diseño Inteligente
Aunque en su momento la mayoría de ellos fueron aceptados, un análisis lógico concienzudo revela que el ontológico es una falacia de petición de principio/razonamiento circular descaradísima, el segundo también aunque menos evidente, y el tercero una falacia formal conocida como afirmación del consecuente (Si A, entonces B; B; luego ocurrió A).
Tu razonamiento expuesto es tan sólido como el que dice: si llueve, la calle se moja; la calle está mojada, conque es porque ha llovido. No es formalmente válido este razonamiento porque no tiene en cuenta que hay más factores para que se pueda mojar la calle: una vecina regando macetas, una rotura de cañería o inundación, etc. Es decir, se realiza una afirmación que niega lo azaroso e indeterminado de la vida.
Por ejemplo ciertos minerales tienden a juntarse formando figuras geométricas: el aragonito y basalto tienen tendencia a crear cristales hexagonales. ¿Implica esto un diseño inteligente? En absoluto, es un fenómeno físico y químico bien explicado. Afirmar que Dios existe por la complejidad del Universo es ilógico, de hecho es un argumento más relacionado con el Mito que con el Logos: no sé porqué llueve, por lo tanto ha de ser un ser de origen divino el que la provoca.
Por todo esto el DI no puede ser tenido en cuenta como ciencia: se basa sus hipótesis en razonamientos falaces cuando no directamente falsos o míticos.
Y del mismo modo, el ateo que sostiene que como esos argumentos a favor de la existencia de Dios son falaces, entonces es que no existe está cayendo en la falacia de la falacia, el argumento ad logicam: porque la postura contraria a la tuya sea falaz esto no valida tu postura automáticamente.
Nuevamente se demuestra que el agnosticismo es la postura más sensata respecto a dircernir con lógica la existencia o no de Dios