Acusan a un juez de masturbarse en juicios con una bomba de alargamiento de pene
Una testigo asegura que oyó el ruido del artilugio mientras un hombre declaraba por el asesinato de su nieto
La conducta "inquieta" de un ex juez durante sus juicios en Bristow (Oklahoma) podría incluir más de quince masturbaciones con una bomba de alargamiento de pene, según los argumentos de la acusación en el pleito que se sigue contra él.
En un proceso que tiene estupefactos a los habitantes mayoritariamente conservadores de Bristow, en pleno corazón de EEUU, el juez retirado Donald Thompson tiene que defenderse de cuatro cargos de exhibicionismo, que podrían acarrearle diez años de cárcel cada uno y la pérdida de su pensión mensual de 7.489 dólares.
Según medios de prensa locales, Thompson, de 59 años, declaró en su testimonio ante el jurado el pasado martes que la bomba era una broma que le había regalado un amigo suyo y que tal vez la accionó de forma inconsciente en alguna ocasión.
Sin embargo, enmarcó esta curiosa afición dentro de su habitual "conducta inquieta" en los juicios, que presidió durante 23 años hasta 2004.
Pulir zapatos
Este comportamiento inquieto incluía pulir sus zapatos, liar cigarrillos o mascar tabaco, pero no exhibirse o masturbarse, algo que es "inconcebible y desafía el sentido común", dijo.
El problema para Thompson es que una relatora de su tribunal, Lisa Foster, ha afirmado que escuchó cómo el juez accionaba la bomba durante los juicios y un agente de policía llegó incluso a fotografiar el artilugio.
Foster describió cómo había escuchado un ruido extraño y se dio cuenta de que provenía del sitio donde estaba el juez.
Según la relatora, entre 2001 y 2003 vio a Thompson exhibiéndose de manera indecente por lo menos quince veces.
Bomba de succión
Durante un juicio en 2002, dijo Foster, escuchó el ruido de la bomba de succión mientras un hombre, muy emocionado, daba testimonio en el juicio por el asesinato de su nieto.
"El abuelo tenía los ojos humedecidos y el juez estaba ahí arriba dándole a la bomba. Fue nauseabundo", declaró.
Los momentos escabrosos se han mezclado a lo largo del juicio con otros de risa nerviosa por parte del jurado, como cuando un hombre que había sido jurado en un juicio con Thompson declaró que había oído el aparato, aunque no lo había visto.
Cuando los fiscales le preguntaron cómo sabía que el ruido correspondía a una bomba de alargamiento del pene, él dijo que había visto esos artilugios en películas como Austin Powers o Dead Man on Campus.
La intervención del urólogo Edward Dakil provocó las mayores carcajadas, cuando defendió el uso de este tipo de bombas frente al abogado defensor, que alegaba que es un tratamiento obsoleto para la disfunción eréctil.
"Yo todavía los uso", declaró Dakil.
"¿Usted, personalmente?", le inquirió el abogado.
"¡No! Los recomiendo como urólogo", respondió.
DIARIO ADN: http://www.diarioadn.com/insolito/detail.php?id=9332