Como el post sobre el Everest me ha parecido curioso, voy a poner ahora su contrario, el mar.
Blue Hole, Dahab (Egipto)
Sobre el fondo del Blue Hole, en Dahab (Egipto), se acumulan los cadáveres de más de un centenar de buceadores. Conocido por los profesionales como “el cementerio de submarinistas”, el Blue Hole es uno de los lugares de buceo más peligrosos del mundo y se sigue cobrando la vida de aficionados y expertos.
El Blue Hole es básicamente una laguna de coral que conecta con mar abierto a través de un enorme y precioso arco azul de 26 metros. Para acceder al arco, los submarinistas deben descender a unos 60 metros de profundidad y una vez allí ascender de nuevo por el camino que les llevará hasta la superficie del mar.
Sin embargo, debido a la orientación de la cueva y la narcosis (también llamada borrachera de las profundidades, que provoca aturdimiento, desorientación), muchos buceadores no encuentran la entrada y siguen avanzando hacia el fondo.
El camino se convierte entonces en un lento descenso hacia la muerte. Superados los 60 metros de profundidad, la acumulación de nitrógeno comienza a hacer estragos. Los buceadores pierden la referencia y descienden hasta los 100 metros creyendo haber encontrado la salida. Al final del trayecto, se precipitan sobre un lecho marino donde aún son visibles los restos y los equipos de aquellos que perdieron el rumbo antes que ellos. Los cuerpos de los buceadores cuyas familias no han podido pagar un rescate aún permanecen en el fondo.
Aunque las autoridades egipcias admiten la muerte de hasta 40 submarinistas, otras fuentes hablan de hasta cien cuerpos en el fondo del lago. En abril del año 2000, el buceador ruso Yuri Lipski se adentró en el Blue Hole con una cámara sobre su cabeza y grabó su propia caída al fondo del abismo. Las imágenes (durísimas) muestran cómo Yuri pierde el control y se precipita a una velocidad vertiginosa hacia las profundidades. Al final del vídeo, el propio Yuri muestra a la cámara la profundidad a la que perdió la vida: 91,5 metros.
No recomendado a gente sensible.