La estrella cojín granulada o Choriaster granulatus, es un equinodermo perteneciente a la clase Asteroidea, el orden Valvatida y la familia Oreasteridae. Se trata de la única especie del genero Choriaster. Encontramos a esta especie de estrella de mar en el océano Índico y océano Pacífico occidental, desde aguas superficiales hasta los 40 metros de profundidad. Se asocia generalmente a fondos rocosos frente a arrecifes coralinos.
El cuerpo de Choriaster granulatus, que puede alcanzar hasta los 30 cm de diámetro, es fácilmente reconocible por sus cinco brazos cortos pero muy gruesos, que acaban en punta roma. El color de esta especie es rosa pálido, con los extremos de sus brazos algo mas claros. La parte central de los brazos, por su cara superior, disponen de grupos de papilas de color marrón-rojizo, que están ausentes en los extremos de los brazos.
Se alimentan principalmente de carroña, aunque ocasionalmente puede alimentarse de algunas algas, pequeños invertebrados o incluso pólipos de coral. La boca se sitúa en la parte inferior del animal, y poseen una peculiar forma de digerir a sus presas. Son capaces de proyectar su sistema digestivo al exterior, con lo que digieren externamente a las presas, y absorben los jugos resultantes.
Durante la época reproductiva, se congregan diversos ejemplares para realizar liberaciones sincronizadas de sus gametos. La fecundación ocurre en la corriente, donde se formará la larva que permanecerá un tiempo formando parte del plancton. Trascurrido un tiempo, las larvas descienden al fondo marino, donde sufrirán una metamorfosis para transformarse en individuos juveniles. Al igual que ocurre en la gran mayoría de astéridos, esta especie posee la capacidad de regeneración de su cuerpo. Ante la perdida de una parte de su cuerpo que puede ocurrir por el ataque por parte de un depredador a un ejemplar de Choriaster granulatus, esta será capaz de reconstituir por completo en el periodo de algunos meses, el tejido perdido. No solo esto, sino que si el depredador acabo por no alimentarse del fragmento escindido, si este contenía parte del disco central del ejemplar, este fragmento será capaz de regenerar por completo un individuo entero, y por lo tanto este mecanismo de auto-regeneración podría en cierta medida considerarse una forma de reproducción asexual no pretendida.