La cueva de los Cristales de Naica (México) se encuentra enterrada 300 metros debajo de la montaña de Naica en el Desierto de Chihuahua, contiene algunos de los cristales naturales más grandes jamás encontrados, fue descubierta de casualidad por dos mineros que se encontraban excavando un nuevo túnel.
Como curiosidad un ser humano apenas si puede sobrevivir ocho minutos dentro de la cueva antes de deshidratarse, la temperatura en el interior asciende a los 50 grados, por lo que se sale de ella sediento y empapado en sudor, debido a que se pierden varios litros de agua en pocos minutos.
La denominada “capilla sixtina de los cristales gigantes” es el único lugar del mundo (conocido) donde se pueden encontrar rocas de cristal de hasta 12 metros de longitud.
Todo comenzó hace 23 millones de años, cuando se embolsó en Naica una gran cantidad de magma caliente procedente de las profundidades del planeta que, en lugar de salir a la superficie, se quedó atrapado allí.
Los cristales no están creciendo, porque la cueva se secó hace veinte años, cuando los mineros extrajeron el agua para explotar el siguiente nivel. La mina va ya por los 700 metros de profundidad, así que ahora está al aire todo lo que antes estaba sumergido. La gran humedad del ambiente (que hace que sea peligroso para el ser humano) es la que mantiene los cristales intactos.
